San Pedro del Pinatar ha sido escenario de la gala de elección de la representante de la Región de Murcia en el certamen Miss Curvys Internacional, que se celebrará en noviembre en Granada. La ganadora ha sido Carolina García, una joven natural de El Albujón, en Cartagena. El fin del concurso es «romper estereotipos y reivindicar a la mujer que viste más de una talla 42», indicaron desde el Consistorio pinatarense.

La taquilla del certamen estuvo destinada a la Asociación Flamenco Rosa, formada por mujeres que han superado el cáncer de mama, añade el Ayuntamiento.

Además de García, fueron premiadas otras mujeres: Estrella Amador se alzó con la Banda de Miss Simpatía y segunda finalista; Alba del Campo, Miss Fotogenia; Carmen Vallés, primera finalista. En cuanto a la ganadora, también le dieron las bandas de Miss Sonrisa y Miss Pasarela. El próximo 6 de noviembre, en la localidad granadina de Motril, se medirá a chicas del resto de España para tratar de traerse a la comunidad murciana la corona.

«Estoy muy feliz y muy orgullosa de mí misma, ayer me tiré todo el día viendo el vídeo en el que me nombran Miss Curvy», confiesa la ganadora, en conversación teléfonica con LA OPINIÓN.

Es la primera vez que Carolina García se presentaba a un concurso. Todo comenzó cuando «estaba desayunando con unas amigas, había visto anuncios de chicas curvy a nivel internacional, y estaba gastando la broma de por qué no podía ser yo una chica de portada», rememora.

«Una joven que estaba cerca me dijo que en Facebook había cosas de fotografía curvy, así que me puse a investigar y di con la página de Miss Curvy. A partir de ahí empezó todo», manifiesta.

Mamá de un niño de cuatro años de edad, Carolina García vive ahora entre «mis contratos y mis sesiones fotográficas con fotógrafos profesionales», aunque tiene claro que «yo no soy una modelo, soy Miss Curvy».

Antes de ser Miss «era camarera, llevo desde muy pequeñita en el gremio», aunque, con la llegada del coronavirus, se quedó sin trabajo. Entonces «dediqué mi tiempo a mi hijo, pero yo no puedo estar a la espera de que el bar me dé de comer y empecé a maquillar: ahí fue donde descubrí lo que verdaderamente me gusta, a mis 30 años de edad».

García ha realizado «un curso oficial de pedicura y manicura» para hacer uñas de modo profesional y, en el concurso de San Pedro, «fui la maquilladora de mis compañeras en el certamen». «Ya son guapísimas y quedaron guapísimas gracias a mí», comenta, orgullosa.