No es fácil que una banda consiga el éxito haciendo exclusivamente versiones, pero este es el caso de los franceses Nouvelle Vague. Especializados en interpretar canciones de los últimos años setenta y los primeros ochenta, son capaces de envolver el punk y la new wave de la época de bossa-nova e inconfundible refinamiento francés. En 2004, en lo más alto del french touch, el colectivo parisino dirigido por Marc Collin y Olivier Libaux publicó su primer álbum, y su original fórmula recorrió el mundo.

Los arreglos exuberantes y las fascinantes voces con las que adornan sus versiones hicieron que Nouvelle Vague pronto se convirtieran en un fenómeno global y lograran ventas de más de un millón de discos con apenas cuatro trabajos –los realizados entre 2004 y 2010–, además de giras alrededor del mundo que incluyeron paradas en lugares como el Royal Albert Hall de Londres, el Hollywood Bowl de Los Ángeles y el Olympia de París.

Su repertorio es encantador a más no poder, y tienen como canciones fetiche como Love will tear us apart (Joy Division) y Pride (in the name of love) (U2 ). Quizá alguna de ellas suene esta noche en el Teatro Circo de Murcia, donde les tendremos en directo destilando elegancia, con un formato acústico y recuperando para la ocasión temas de sus inicios y algunas composiciones propias. Miniaturas pop que dejan huella. Hemos charlado con Olivier Libaux.

¿Qué os lleva a reinterpretar clásicos del punk y la new wave con ambiente de bossa nova? Aunque esta no es la única base del grupo...

El primer propósito de Nouvelle Vague, antes incluso de que encontráramos un nombre para el grupo en 2003, era intentar versionar canciones de la new wave (por ejemplo, Love will tear us apart) con estilo de bossa nova, y ver si funcionaba. ¡De hecho, funcionó bien! De manera que grabamos un álbum entero así, convirtiendo canciones punk y new wave en bossa nova, y le pedimos a vocalistas femeninas que las cantaran. Era nuestro primer álbum, publicado en 2004, y sorprendentemente fue un gran éxito. Desde entonces, tienes razón: la bossa nova no es la única base, y le ponemos piezas de música pop (una considerable cantidad) a nuestra música: un poco de bandas sonoras, country, folk, etc.

Desde el primer álbum, esa original fórmula ha viajado por todo el mundo. ¿Cómo describirla? ¿Ha habido deseos de modificarla a lo largo de este tiempo?

Es difícil definir nuestro estilo. De hecho, en cada álbum que hemos publicado después del primero había nuevas direcciones, como reggae o ska (en el segundo álbum), country y bluegrass (en el tercero)… Pensábamos que esto haría que nuestro sonido cambiara, pero volviendo a escuchar estas canciones (nosotros y nuestro público)... ¡siguen sonando a Nouvelle Vague! Así que supongo que realmente no podemos cambiar nada. Es nuestro estilo.

La gira se postergó a causa de la pandemia. ¿Desbarató planes?

Esta pandemia es una tragedia para millones y millones de personas, incluidos muchos artistas. Nos quedaban ochenta shows por hacer en 2020 cuando ocurrió el primer confinamiento. Todos se cancelaron o se aplazaron. ¡Desde entonces hay una gira británica que ya se ha reprogramado dos veces! Las nuevas fechas son ahora en febrero y marzo de 2022. Todo este periodo fue, y todavía es, como un gran signo de interrogación sobre la cabeza del mundo. ¿Cuándo y cómo terminará?

Ojalá que lo antes posible. El álbum I could be happy incluía también temas propios. ¿Cómo ha funcionado?

¡Funcionó bien! La canción en francés La pluie et le beau temps, que compuse con Elodie Frégé, está ahora en el repertorio de todos nuestros conciertos. Al público le gusta tanto como todas las demás.

¿Qué desafío encierra hacer una versión?

Darle una nueva lectura, una nueva dirección, una nueva vida a una canción. Hacerla totalmente diferente, pero sonando como otra ‘original’. El mejor cumplido es cuando alguien dice: «Es como descubrir mis canciones favoritas por segunda vez».

¿A qué responde la idea de tener diferentes cantantes?

Surgió de forma espontánea. Cuando empezamos con Nouvelle Vague, primero trabajamos con una cantante brasileña llamada Eloisia, en dos canciones; luego llamamos a Camille, que grabó cuatro canciones; después a Mélanie Pain, etc. Necesitábamos probar con diferentes vocalistas femeninas, porque el objetivo era encontrar la mejor interpretación posible de cada canción. Y seguimos así, al menos en lo que se refiere a las grabaciones de estudio. En cuanto a los conciertos en vivo, trabajamos con dos cantantes femeninas desde el principio.

¿Alguna canción o película motivó el nacimiento del proyecto Nouvelle Vague?

Diría que había miles de canciones, miles de películas y múltiples influencias. Necesitábamos tener amplios conocimientos musicales si queríamos llevar a cabo este proyecto. Necesitábamos sabernos de memoria el punk y la nueva ola, y, por supuesto, también la bossa nova. Afortunadamente, teníamos 40 y tantos cuando empezamos el proyecto, y ya poseíamos una sólida base musical.

¿De dónde sale ese magnífico loop de las melodías?

Solo puede salir de las canciones originales que versionamos. Por supuesto, respetamos las letras y melodías originales. Quizás sean las voces de nuestras cantantes femeninas... La mayor parte del material original fue compuesto y cantado por hombres. De repente, con Nouvelle Vague, se hace femenino, más suave, más luminoso. Quizás eso es la clave de todo.

¿Fue difícil conseguir la colaboración de Ian McCulloch (Echo and the Bunnymen), Martin Gore (Depeche Mode), Terry Hall (The Specials) y Barry Adamson (Magazine)? ¿Hay una lista de colaboraciones soñadas?

Fue fácil. Incluso Martin Gore, que es una superestrella, y estaba ocupado en aquel momento grabando un nuevo álbum de Depeche Mode, sugirió que podía grabar rápidamente unos coros en Master and servant. ¡Y lo hizo! Ian McCulloch vino a París y trabajamos All my colors conjuntamente en el estudio. Todo fue genial y amistoso. No sé si tengo una lista de colaboraciones deseadas, pero si tuviera que volver a trabajar con héroes de la new wave, lo haría encantado.

¿La versión susurrada y sexy de God save the Queen ha sido bien aceptada por los punks?

Cuando publicamos nuestra versión de God Save tthe Queen en 2006 los punks primigenios tenían 30 años más que en 1977. Bailar pogos es un poco más difícil a los 50... Además, los punks tienen un gran sentido del humor, así que todo fue muy bien.

¿Cómo se logra convertir cada concierto en una gran fiesta?

Hay un fuerte espíritu colectivo en la banda, y además nos encanta hacer conciertos. Es cuando mejor nos lo pasamos. De hecho (y sinceramente se lo agradezco a nuestras dos vocalistas, Mélanie y Elodie), si lo pienso, en cuanto salimos al escenario, cada noche, ¡siempre tenemos ganas de fiesta! Así que lo celebramos, y el público con nosotros.

¿Alguna experiencia especialmente memorable de estos 15 años? ¿Qué es lo que más enorgullece a Nouvelle Vague haber logrado? ¿Qué queda por hacer?

Hay muchos momentos memorables desde 2004. No sabría cuál mencionar primero. Desde mi punto de vista personal, tocar en el Royal Albert Hall en 2010 fue un verdadero momento culmen, y tocar en otros sitios como el Hollywood Bowl en Los Ángeles, el Webster Hall en Nueva York, el Roundhouse en Londres… Todos fueron grandes momentos.

¿Algún avance del show?

¡Definitivamente necesitamos fiesta, porque echábamos muchísimo de menos hacer conciertos desde la primavera de 2020!

¿Cuándo? Hoy, 19.30 horas

¿Dónde? Teatro Circo, Murcia

¿Precio? 12/15/18 euros