Síguenos en redes sociales:

Óbito

El corazón ‘murciano’ de Chick Corea

El estadounidense fue un asiduo de los festivales de jazz de San Javier y Cartagena

El corazón ‘murciano’ de Chick CoreaL. O.

No hace tanto de la última vez que Chick Corea pisó la Región. Fue en julio de 2019 y en la que posiblemente sea una de sus plazas favoritas en nuestro país: el Auditorio Parque Almansa de San Javier. Sobre aquellas tablas, el excelso pianista estadounidense dejó una huella imborrable; basta con echar un vistazo a las últimas ediciones del aclamado y veterano festival de jazz de la localidad: cuando el maestro no estaba presente, se le rendía homenaje (como ocurrió en 2015 con el Carles Benavent Trio, Antonio Serrano y Tomasito), y cuando deleitaba a los aficionados de la Región con su visita, la organización se encargaba de que el viaje le mereciera la pena, como en 2018, cuando recibió el premio del Jazz San Javier por una extensa y excitante carrera que le convirtieron en leyenda del género. Y ahora, tras su muerte a los 79 años de edad, en un mito.

Casi siempre intentando mantener un ‘perfil bajo’ –era común verle casi escondido tras su piano y a un lado del escenario, vestido de calle y dejando los focos sus nada desdeñables socios–, Armando Anthony Corea (1941-2001) se fue sin hacer mucho ruido: el pasado martes, y a causa de «una forma rara de cáncer» que le fue diagnosticado «recientemente», según se anunció en su página oficial de Facebook durante la noche del pasado jueves. Sin embargo, cuando los medios comenzaron a llorar la noticias, el estruendo en el mundo del jazz fue ensordecedor: se marchaba para siempre uno de sus mayores referentes, quizá el mejor pianista moderno del género. Un hombre que, además, fue uno de los grandes adalides de la fusión con nuevos géneros; en especial, con la música latina y la española. Para el recuerdo, temas como Spain –para el que tomó de base el Concierto de Aranjuez, de joaquín Rodrigo– o La fiesta, con el que abrió el camino del encuentro del jazz con el flamenco.

«Mi origen es italiano pero mi corazón es español», dijo en una ocasión; ¿los culpables? Miles Davis, quien le dio la aternativa como sustituto en su banda de otro gigante, Herbie Hancock, y con el que grabó álbumes capitales como Filles de Kilimanjaro, In a Silent Way o el monumental Bitches Brew, y Paco de Lucía, con el colaboró en multitud de ocasiones producto de una admiración que era mutua. Quizá por eso sus visitas a nuestro país fueron ciertamente habituales, y, por alguna razón, en muchas de ellas acabó dejándose caer por la Región. «La relación de Chick Corea con Cartagena ha sido larga, fructífera y de disfrute. Fue en 2017 la última vez que tocó aquí junto a Steve Gadd. Pero ya había actuado en numerosas ocasiones anteriormente. Para el recuerdo, rescatamos esta fotografía de Moisés Ruiz de 1988, en una de sus primeras actuaciones en nuestro festival con la Elektric Band. Gracias maestro por tanto», publicaba ayer el Cartagena Jazz Festival en sus redes sociales a modo de homenaje y despedida de uno de sus artistas fetiche.

Pulsa para ver más contenido para ti