La I Semana de Cine Español en Murcia, un evento que nace en la institución universitaria, en clara conexión con al Aula de Cine, constituyó un acontecimiento de primer orden, saludado laudatoriamente por la prensa. La Hoja del Lunes escribe el 13 de agosto de 1984: «Prácticamente la totalidad del mundo de las artes murciano va a celebrar la I Semana de Cine Español. Múltiples diseños del cartel publicitario, del programa de mano, apuntes miles sobre la labor a realizar, se fabrican, se concretan y entrechocan (con excelente buena voluntad) para elegir lo que indudablemente va a ser, si no el mayor, sí el primer 'boom' que va a presentar al país la Comunidad Autónoma de Murcia en lo que queda de año». El cartel anunciador de la I Semana de Cine Español lo realiza el pintor ciezano José Lucas.

Paco Salinas (Murcia 1953), vinculado a la Semana de Cine Español, que dirige Joaquín Cánovas, desde sus inicios, pues era el editor de la prensa interna que editaba el certamen, realiza el cartel anunciador de la VII Semana en 1991. Un cartel, aquí reproducido, que creó Salinas a partir de una fotografía propia, La Playa, realizada casi dos años antes, posiblemente en Los Nietos, y expuesta en la muestra El Eco, que el fotógrafo colgó en el Centro de Arte Palacio Almudí a finales de enero del 91; un ensamblaje, resultado de la ampliación de fotocopias de fotografías, que muestra a dos personajes al borde del mar de los que solamente vemos sus sombras; cartel rematado con una efectista disposición tipográfica, en círculo, que rodea la estrecha fotografía enmarcada en sendos negros, y semeja la aparición de la primera escena de una película al abrirse los oscuros fundidos laterales.

Javier Puebla escribe, refiriéndose a esa foto, en el catálogo de la exposición: «Vemos esa sombra infantil, exultante y triunfadora, escoltando a su presa, la sombra de un adulto, mágica ya, a partir de ese día, para Siempre-Jamás». El cartel es perfecto ejemplo de los intereses del fotógrafo en esas fechas. A finales de los ochenta Salinas estaba muy interesado por los efectos de las luces y las sombras; las ampliaciones de la imagen; las exposiciones múltiples; los ensamblajes y las secuencias fotográficas; las distorsiones que provoca la luz en los objetos, las situaciones y los personajes. Asuntos tratados por el fotógrafo como series temáticas (son sus monstruos en espacios nocturnos, pero también sus emotivas escenas intimistas y familiares, a veces creadas a partir de objetos e imágenes pre-hechas) que realizó en ocasiones con Polaroid. La foto como narración: La fragua de la coherencia, El abrazo del gigante, El amo del círculo y la pieza citada para realizar el cartel, son algunos ejemplos de la forma en la que Salinas abordaba entonces la fotografía.