«Supón que quieres ser escritor -dice David Flores-. Lo primero que tienes que hacer es leerte una pila de autores. No para copiarlos, sino para entender su estilo, cómo manejan las escenas, el tiempo, los personajes...pues esto es lo mismo». Con esto, David se refiere a Living Foto Room, la iniciativa fotográfica que han desarrollado durante esta cuarentena en La Cámara Roja.

La mecánica es sencilla: David y Silvia Martínez (otra de las tres patas de La Cámara Roja) publican un vídeo cada dos días. En él explican un aspecto concreto del trabajo de un fotógrafo y lanzan un reto: en una semana hay que conseguir, dentro de nuestro domicilio, una foto que emule el estilo de ese autor. «Puede hacerlo cualquiera, hay gente participando que no tiene equipo ni conocimiento básico de fotografía, pero lo ve, lo intenta y le acaba saliendo. Se trata de empezar la casa por los cimientos, y los cimientos son la cultura visual, la cultura fotográfica que nos permitirá ampliar nuestros horizontes y transmitir lo que queremos con muchas más herramientas», explica David.

Después de una semana, David y Silvia seleccionan las mejores fotos y las suben a su web y redes sociales. «Lo bonito de esto -continúa David- es que no solo haya fotógrafos reconocidos. Hay una persona de setenta y tantos que tiene una enfermedad crónica y dice que gracias a los retos no se ha vuelto loca. Otra chica de veinte, igual. Es población de riesgo y ha estado estas semanas sin que pudiera visitarla ni siquiera su pareja. Esto acaba siendo el aire que les entra por la ventana».

Estímulo fotográfico

Hasta la fecha, Living Foto Room ha puesto en marcha 25 retos, repasando el estilo y obra de Nick Waplington, Matt Hulse, Rochelle Costi, Carlotta Cardana, Chema Madoz o Cindy Sherman. «No me gusta del todo la palabra, pero en este proyecto hay algo de evangelización: estamos metiendo en casa de gente que apenas tiene cultura fotográfica autores históricos y contemporáneos. No se trata de hacer una foto a un atardecer, la gente aprende y luego interpreta», cuenta David.

Living Foto Room nació de una necesidad: además de un servicio profesional de fotografía a particulares y empresas y un laboratorio de impresión fotográfica, La Cámara Roja es una escuela de fotografía que cuenta con más de 300 alumnos cada año. «Al pararse la actividad en seco con la cuarentena, teníamos que idear una forma de seguir en contacto con nuestros alumnos y continuar ofreciéndoles estímulos fotográficos», expone David. Aunque el núcleo duro del proyecto son los alumnos, Living Foto Room ha traspasado barreras: «Hay gente participando desde Madrid, Barcelona, Valencia e incluso Italia o Chile. Al final, nuestro objetivo es crear vínculos y lazos, una comunidad fotográfica».

La California española

David Flores montó La Cámara Roja hace diez años en Hellín. En 2013 la trasladó a Murcia (con sede actual en Vistabella) para, además de desarrollar su actividad empresarial, «reivindicar los valores de la fotografía en la cultura murciana». Dice que Murcia es conocida como la California fotográfica española, en referencia a una de las grandes cunas de la fotografía americana, que «hay mucho talento» y que se daría «más que hablar» a nivel internacional si hubiera más apoyo institucional. «Bastaría solo un poco más», apostilla.