La voz raspada de Elza Soares reina de nuevo en los escenarios de todo el mundo. Ni los ochenta años ya cumplidos, ni los problemas de cadera que arrastra desde hace años, impiden a la intérprete brasileña brillar en los escenarios. Su vida parece sacada de una telenovela y de hecho en su Brasil natal, ya hay un musical sobre ella. Lo suyo es renacer, por algo es la 'mujer del fin del mundo'. La voz más brutal de Brasil viene por vez primera a La Mar de Músicas, donde dará su único concierto en España, este viernes en la jornada inaugural del festival de Cartagena compartiendo escenario en el Parque Torres con Mon Laferte.

Elza Soares nació en una favela de Río de Janeiro. Y con 13 años ya era madre. Necesitaba dinero para poder alimentar a su hijo y se inscribió en unos de los populares concursos de aspirantes a artista que organizaba la entonces poderosa Radio Tupi. Apareció por los estudios de la emisora en Río de Janeiro, mal peinada y peor vestida, provocando las risas del público.

El programa lo presentaba Ary Barroso, el creador de la célebre Aquarela do Brasil. Barroso no tuvo mejor idea que preguntarle a aquella chiquilla escuálida de qué planeta venía. «Del planeta hambre», contestó Elza.

Ha sobrevivido a su leyenda. Pudo haber quedado en la historia como la mujer que había nacido en una favela, como la estrella de la música que cantaba samba, como la excéntrica esposa del astro del fútbol brasileño Garrincha, como la mujer que había tenido una vida personal durísima. Ha visto morir a cinco de sus hijos. Y si esa vida no le había asestado suficientes golpes, hubo hombres que también le dieron algunos. Accidente automovilístico, maridos problemáticos, grandes mentores y un espíritu libre se condensan en una misma persona. Momentos de éxitos y de depresiones. Caminos cuesta abajo y renacimientos.

En la actualidad es la octogenaria más reverenciada de todo Brasil. Una carrera indestructible como la suya, no hay muchas. Sentada en un trono, la cantante se pasea por los escenarios de medio mundo interpretando sus últimos trabajos, para los que se ha unido con lo mejor de la vanguardia brasileña. La cantante del milenio de la música brasileña, así la consagró la BBC en 1999, fue regando de éxitos la segunda mitad del siglo XX, pero lo que tenía preparado para el siglo XXI nadie se lo esperaba. Comenzó por el álbum Do cóccix até o pescoço en 2002, y ha continuado en la posmodernidad con los discos A mulher do fim do mundo (2015) y Deus é mulher (2018) que la ha puesto en la escena mundial de nuevo.

Tras los conciertos del Auditorio Parque Torres, llega al Castillo Árabe, Mayra Andrade. La cantante caboverdiana afincada en Lisboa acaba de lanzar su quinto álbum, Manga, muy inspirado en los sonidos africanos contemporáneos, donde muestra su libertad creativa. Grabado entre París y Abidjan este trabajo traza una delgada línea que oscila entre lo urbano, el afrobeat y la música tradicional de su país de origen. Su música es fresca y versátil. Un cóctel donde reformula su música materna y explora los sonidos tropicales. La situación geográfica exacta de su estilo se nos escapa, y está muy bien así. Su música evoca a Cabo Verde, a la costa brasileña, y a las zonas desérticas africanas. Su música suena a verano.

Antes, inaugurando los conciertos del CIM, Marlon Williams, que el pasado año suspendió su concierto en Cartagena. Lo llamó Bradley Cooper para hacer un cameo en la ya archiconocida película Ha nacido una estrella, donde comparte créditos con Lady Gaga y el propio Cooper. Marlon Williams era el descubrimiento de 2018 de Paco Martín, creador y director de La Mar de Músicas hasta su fallecimiento el pasado año. Marlon ha querido estar esta edición, y concretamente el día de la inauguración del festival, para agradecer la apuesta de Paco por él. Con una voz elegante y melodiosa, lanzó su segundo disco en 2018, en el que plasma el dolor de su ruptura sentimental.

Pongo es la diva del kuduro progresivo y mestizo. La diva africana vuelve a Cartagena con un concierto en la plaza del Ayuntamiento con el que arrancará oficialmente y fiel a su cita La Mar de Músicas.