La cultura alternativa puede responder a un sinfín de áreas distintas, pero si hablamos del manga o el anime, ya comenzamos a destapar en nuestro imaginario singulares escenas de dibujos, espectaculares cosplay y una pasión arrolladora hacia el mundo japonés.

Este fin de semana, la Escuela de Ingeniería Industrial de la UPCT se convierte en epicentro de todos esos -jóvenes, en su mayoría- amantes del mundo anime, gracias a la sexta edición de Cartagena se Re-Manga.

«Este año esperamos cerca de 1.500 personas más que en ediciones anteriores», comenta el director del evento, Antonio Álvarez, quien destaca como punto clave que «este año hemos apostado por traer a gente de prestigio internacional, como youtubers o make-up artists, que nos hacen situarnos al nivel de los grandes salones del manga».

Álvarez señala que se dirigen mayoritariamente a un público «joven, de entre 15 y 20 años» pero añade que «la cultura japonesa también atrae a gente un poco más adulta».

Desde ayer a las 12 de la mañana y hasta hoy, domingo, alrededor de 10.000 personas se suman a esta iniciativa y se involucran en torneos de cartas, concursos de cosplay y de dibujo, photocall de Harry Potter con sombrero seleccionador incluido, prueban comida asiática y compran artículos que normalmente son difíciles de encontrar en tiendas a través de los stands instalados.

«Abrazos gratis»

«Abrazos gratis»Además de toda la oferta de actividades programada para ambas jornadas, sorprende que al preguntar a los asistentes el motivo de su 'enganche' a estos salones manga -ya que en su mayoría repiten año tras año-, subrayan muy especialmente «el buen ambiente que hay entre la gente». Así lo apuntaba Ana, una chica de 14 años, que destaca que «somos todos una comunidad y no hay ningún tipo de exclusión».

De hecho, es frecuente encontrarse con chavales portando carteles con el mensaje de «abrazos gratis» como parte de ese 'buen rollo' que se respira.

Igual o más constante es tropezarse con asistentes que acuden vestidos con sus propios trajes que representan a personajes tan variados como Naruto, Sailor Moon, League of Legends o Pikachu, entre otros. En algunos casos, estos apasionados del manga se meten tanto en el papel que, al preguntarles por su nombre, contestan: «¿Pero el real?». Auténticos amantes del anime.