Joan Mundet: "Supongo que tenía ganas de hacer un relato más complicado"

Joan Mundet, el autor que, junto a Carlos Giménez, diera vida gráfica al Capitán Alatriste del cartagenero Arturo Pérez Reverte, regresa al siglo XVII para contarnos la vida y hazañas de otro personaje: Capablanca, quien le 'acompañó' ayer en la librería Historietas de Murcia, donde presentó este nuevo trabajo.

Esta nueva aventura demuestras que el género de capa y espada es un tema con el que el dibujante barcelonés se siente cómodo, aunque no desdeña, en absoluto ningún otro. «Capablanca es una mezcla entre bandolero, pícaro, soldado? Para definirlo, diría que es, esencialmente, un superviviente, uno al que se le complica la vida en un principio y luego sobrevive como puede. Aunque eso es algo que pasa muy frecuentemente en nuestros días...», explica Mundet, quien desvela que éste es un personaje al que le tenía ganas desde hace unos cuantos años.

«Hacía mucho tiempo que quería realizarla -la historia de Capablanca-, antes incluso que la de Alatriste. He cogido la leyenda de un bandolero que se movió en una montaña cerca de donde vivo en el siglo XVII y lo he mezclado con algunas vivencias de otro bandolero real de la banda de Rocaguinarda, que aparece en las páginas finales de El Quijote. Luego me he inventado el 80% restante», confiesa el catalán.

El apodo de Capablanca se debe a que robó la capa a un capitán de la guardia en el teatro y luego le envió un trozo a casa en señal de desafío con el siguiente pareado: «Cerqueu i no trobeu, a qui darrera vostre seu» ('Busque y no encuentre, a quien detrás de vos esté). Como curiosidad, tenía un sistema curioso de asaltar a los viajeros: extendía la capa en el suelo y subido a un árbol amenazaba y conminaba a los viajeros a dejar sus pertenencias sobre la capa sino querían ser asesinados, explica Mundet.

La obra está editada por Amaniaco Ediciones y consta de seis libros de los que Mundet es autor completo: dibujo y texto, controlando todo el proceso creativo. Para el guión, el aspecto en el que el dibujante catalán tiene menor experiencia -y el que, confiesa, es más complicado de realizar-, ha contado con la inestimable colaboración del guionista Pepe Gálvez, que le ha echado una mano en este primer libro. «Ser autor completo es más lento porque lo miro y lo remiro mucho todo, le doy mil vueltas hasta que lo tengo claro», explica.

No obstante, y aunque la que presentó ayer fue solo la primera entrega, Mundet asegura que ya tiene la estructura de toda la obra: «Sé como acaba y algunas de las cosas que pasan en medio. A partir de ahí, el follón es que todo lo demás funcione sin lapsus e incoherencias». Y es que, asegura, hacer un proyecto tan extenso (unas 600 páginas) no fue premeditado: «Empecé a coger ideas y la historia se fue alargando. Supongo que quería hacer un relato más complicado y diferente de lo que había hecho hasta ahora».

Para conseguir producir esta obra inmensa ha contado con la fortuna de poder publicarla primero en una revista italiana, donde les ha entusiasmado. «Esto me da la oportunidad de ir haciendo la obra poco a poco e ir cobrando. Si la hiciera de golpe, tardaría mucho tiempo y hasta el final no podría ver un euro. Así voy más rápido. Calculo, que en dos años y medio habré terminado si no se tuerce nada», asegura.