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Exposición

Homenaje a la ironía

El pintor molinense Moisés Yagüe exhibe en Torrevieja sus ´Miradas cruzadas´

Homenaje a la ironía

El artista molinense Moisés Yagüe ha invadido con su arte la Sala Vista Alegre de Torrevieja; y es que desde el pasado 9 de agosto -y hasta el próximo 11 de septiembre- el pintor murciano ocupa con su obra Miradas cruzadas las paredes del aula alicantina.

En este trabajo encontramos una selección de pinturas, dibujos y obra gráfica de sus últimos trabajos, así como de diversas series (Cabeza habitada, Dont´t happy, be worry, Es peligroso asomarse al exterior, Cabeza de artista y Esto no es cine), en las que a través de la ironía nos acerca a pequeñas historias, situaciones y personajes que intentan sobrevivir a la sociedad que les rodea.

Miradas cruzadas es una producción simpática y divertida en la que trabaja de un modo muy personal el dibujo y las técnicas gráficas y pictóricas. Conforme se profundiza en sus cuadros, éstos despliegan una apariencia fresca y lúdica, sin obviar una punzante ironía que queda reflejada en la elección de los títulos, que hacen las veces de pequeños textos que acompañan a cada obra; unas obras inteligentes y ácidas en las que el autor reflexiona sobre la condición humana, las relaciones personales y los problemas sociales.

En sus trabajos hay siempre una serie de temas recurrentes: el deseo, la soledad, la incomunicación, las obsesiones, el amor, son intereses repetidos en la obra de Yagües. El motivo de la cabeza también se repite en muchas de sus obras. Para el autor, es el lugar más importante, donde surge todo, donde habitan todas las ideas, el lugar dónde vive la memoria y la que nos dice lo que somos. También encontramos algunas «cabezas de artista», a modo de retratos imaginarios.

En las series Don´t happy, be worry y Es peligroso asomarse al exterior sus personajes andan intentando sobrevivir al mundo que les rodea y a sus propias circunstancias. Como escribe David Alpañez, «personajes que se asoman al abismo, cuerpos en plena caída, escaladores y funambulistas que se mantienen a duras penas en equilibrio, gente que busca a otra gente y que se busca a si misma, personas que han perdido toda esperanza. Parece que los miráramos desde lo alto, que los observáramos sin ser vistos, que pudiéramos asomarnos a las ventanas de sus casas sin que sus historias pudieran afectarnos. Parece un divertimento, un juego, pero cuando te vas a dar cuenta, ya es tarde. Primero notas que en tu cabeza ha saltado una chispa que provoca que se ponga a funcionar todo el mecanismo. Después se te queda congelada en la boca una amarga sonrisa. En ese momento una profunda melancolía te ha inundado hasta dejarte calado hasta los huesos. Ya no hay marcha atrás, tienes la certeza de que los dibujos de Yagües son una enorme metáfora de nuestra propia existencia».

Por otro lado, la serie Esto no es cine tiene su origen en algunas películas que se habían quedado en rincones de su cabeza a lo largo de los años. Obras que han sido realizadas a modo de cartel de película, otras han partido de una frase, un diálogo, un grito, un fragmento o una imagen.

Moisés Yagües entiende el arte como un arma cargada de crítica e ironía, como un juego pero que hay que tomarse muy en serio. En definitiva, el artista aspira a una obra que pueda definirse por sí sola, al margen de etiquetas, «porque definir el trabajo es mutilarlo, encerrarlo en un compartimento para que nos asomemos sin peligro». Imágenes de carácter narrativo, que tratan de sentimientos e ideas cercanas a nuestra experiencia y que invitan al espectador a reflexionar sobra la vida y a que se queden en su cabeza. Como decía John Ford de sus películas, «aquí todo es ficción pero todo es verdad».

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