La galería La Aurora acoge desde hace unos días obras del artista estadounidense Andy Warhol y de sus colaboradores en el estudio The Factory, como Pietro Psaier, Jack Smith y el fotógrafo oficial del taller, Christopher Makos. Una importante exposición que llega a Murcia con la colaboración de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballesteros (MCCB) con algunos de los trabajos más representativos de Warhol, que adquirió en los años 60 y 70 una notoriedad mundial en diseño, pintura, dibujo y fotografía, hasta convertirse en el máximo exponente del pop art.

Las obras muestran la esencia del estudio The Factory, abierto por Warhol en 1963; el trabajo en común de un grupo de artistas vinculados al pop art y al concepto transgresor de su creador, que utilizaban y reutilizaban los conceptos y las propuestas como medio de expresión siguiendo la misma filosofía de la obra de Warhol: la repetición del mensaje tal y como sucede en la producción en cadena de las fábricas.

A través de la obra de Warhol, el espectador contempla a su vez «uno de los periodos más interesantes, imprevisibles, intensos, anticonvencionales y revolucionarios de la cultura contemporánea de Estados Unidos», como explica el director de la fundación MCCB, Luis Acha, en el catálogo de la muestra.

Warhol indaga a través de los objetos más cotidianos, como latas de sopas o de bebidas, para «poner al descubierto los vicios y virtudes de una sociedad que estaba creciendo de forma violenta» de manera que el artista «busca la esencia de las cosas a través de obras que manifiestan una realidad desconcertante». Así, no falta en la muestra la serigrafía sobre papel de Warhol de la lata de sopa Campbell´s, todo un icono de aquella época.

Serigrafías con el retrato de Marilyn Monroe, del grupo punk Sex Pistols, de Prince y de Migg Jagger, entre otros, firmadas por Warhol, Psaier o por ambos, y retratos del propio Warhol realizados por Makos forman parte de esta exposición. También se proyectan en la sala vídeos sobre el artista norteamericano. Pero sin duda, una de las curiosidades de la muestra es una silla eléctrica que se utilizaba en ejecuciones de los años treinta y que instaló el padre del pop art en The Factory para denunciar la pena de muerte en Estados Unidos.

Esta silla eléctrica, que estuvo expuesta en una muestra de Psaier en la prisión de Alcatraz, está presente en muchas obras que se realizaron en The Factory y algunas de ellas se pueden contemplar también en esta exposición de La Aurora. Warhol también utilizó la silla para que formara parte de la película Flesh for Frankenstein (1973). Pero, además, en ella se sentaba para ver películas de terror.