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José García Jiménez

Un coleccionista nato con mucho arte

Propietario de Numismática Salzillo, en Murcia, dedicó su vida a su gran pasión. Dirigió películas amateur y de dibujos animados

­Jumillano de nacimiento (1926), José García Jiménez falleció el pasado 16 de enero como consecuencia de una enfermedad; pero hasta que su salud se lo permitió pasaba todos los ratos que podía en el que fue su negocio, Numismática Salzillo, en la ciudad de Murcia. Su mujer, Caridad Martínez; y sus hijos Pepe, Beatriz y Pedro María, pueden afirmar sin dudar que disfrutó de todas sus pasiones hasta el último momento.

Coleccionar monedas, billetes y sellos era su profesión y su gran afición, pero siempre dejó un hueco para dedicarse al arte.

«Él siempre decía que la afición por la numismática le llegó cuando todavía llevaba pantalón corto gracias a un tío suyo», explica su hija Beatriz, que recuerda cómo le contaba su padre el modo en que consiguió algunas de sus primeras adquisiciones de coleccionista. Siendo sólo un niño corría tras los camiones que llevaban el dinero de la República para destruirlo y recogía aquellos billetes que sobrevivían a la hoguera para guardarlos como un tesoro. Con los años su afición por el coleccionismo fue creciendo y consiguió, con mucho esfuerzo, convertirla también en su profesión durante los últimos treinta años de su vida.

«Era un hombre muy tenaz y si quería conseguir algo no paraba hasta tenerlo», recuerda Beatriz, que ahora es quien regenta el negocio, cuando cuenta orgullosa cómo se hizo con una colección de monedas de oro de Isabel II. Fue él quien realizó para LA OPINIÓN el coleccionable de monedas y billetes de la Región de Murcia.

Pero José García era un coleccionista nato. No sólo coleccionó monedas y sellos, sino que con los años se hizo con una librería de gran tamaño y con numerosas obras de arte. Pintura, escultura, cerámicas, marfiles, porcelanas o cualquier cosa que atesorara belleza no escapaban a su colección. Sin embargo, García Jiménez no se quedó sólo en coleccionista de arte y también fue creador. Sus ratos libres los dedicaba a pintar y en el santuario de Santa Ana de Jumilla puede verse uno de los cuadros que hizo y que donó a la Iglesia.

También se interesó durante años al cine amateur y en los setenta ganó dos premios en certámenes de Cataluña: en Villafranca del Penedés y

Badalona. «Nos utilizaba como actores a nosotros», rememora su hija, que cuenta cómo pasaba largas horas en tertulias durante el desayuno con Salas y Sánchez Borreguero sobre arte en la antigua cafetería Pacos de Murcia.

García Jiménez se atrevió incluso con las películas de dibujos animados e hizo una sobre la vida del gusano de seda.

Y es que sus habilidades parecían no tener muchos límites, y un ejemplo de su versatilidad es que durante su juventud en Jumilla fue campeón regional de atletismo en las modalidades de cien metros lisos, salto con pértiga y longitud.

Quienes le conocieron recuerdan con cariño a este hombre que, como dijo uno de sus nietos durante su entierro, «tenía todas las aficiones del mundo, pero ningún vicio». El próximo lunes 24 de enero se oficiará una misa para rezar por su alma en la Iglesia de San Lorenzo de Murcia a las ocho y cuarto de la tarde.

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