El pleno del Congreso aprobó ayer la nueva Ley de Tráfico, que reduce el catálogo de conductas que hacen perder puntos del carné y simplifica el procedimiento sancionador de forma que los conocidos quitamultas, que se aprovechan de la "hojarasca y la oscuridad" administrativa, lo tengan "más difícil".

Así lo resumió ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su intervención en el pleno de la Cámara, que dio el visto bueno a esta reforma y al que asistió desde la tribuna de invitados el director general de Tráfico, Pere Navarro. Una reforma, por la que las sanciones se notificarán dos veces, en lugar de las tres actuales; incluso éstas se podrán hacer llegar a través del correo electrónico, aunque será de forma voluntaria para las personas físicas y obligatoria para las jurídicas.

Los infractores podrán pagar la sanción con tarjeta de crédito en el momento de la infracción y, en cualquier caso, si lo hacen antes de 20 días tras su notificación, podrán beneficiarse de un descuento del 50 por ciento, aunque perderán el derecho a recurrirla.

La nueva ley actualiza el permiso de conducir por puntos tras tres años de aplicación y reduce de 27 a 20 los supuestos que ocasionan pérdida de puntos. Se suprime, por ejemplo, la pérdida de puntos por estacionar en el carril bus o por no llevar el alumbrado, aunque se mantiene la sanción económica. También perderán puntos lo que coloquen inhibidores de radar, que no avisadores de los mismos.

Otra cuestión que subrayan los técnicos de la ley es la supresión de la sanción de la suspensión del permiso ya que se considera que se ha subsumido con el carné por puntos.

La reforma permitirá que se archiven los expedientes sancionadores, todavía pendientes, que se abrieron desde el inicio de la tramitación parlamentaria y que acarreaban pérdida de puntos en la norma anterior, pero no en la nueva.