Según ha informado hoy la Guardia Urbana, fue el propio taxista quien la madrugada del primer día del año se acercó a la sede del Eixample de la Guardia Urbana para entregar un bolso en cuyo interior había 1.100 euros guardados en una funda de plástico para guardar un DVD.

Gracias a los datos de una factura de telefonía móvil que había en el bolso, los agentes pudieron localizar al despistado pasajero, que explicó que el dinero procedía de la recaudación de un negocio de alquiler de películas de vídeo y DVD de su propiedad.