Las obras, según medios informativos rumanos, llegaron hoy en un convoy de máxima seguridad a Sibiu, la antigua Hermanstadt, ciudad fundada en el siglo XII por colonos alemanes y que en 2007 será capital cultural de Europa junto a Luxemburgo.

El gobierno comunista confiscó en 1948 los cuadros para exponerlos en el Museo Nacional de Bucarest, donde han permanecido hasta ahora.

Las diecinueve pinturas forman parte de la colección vienesa creada en la segunda mitad del siglo XVIII por el barón Samuel von Brukenthal (l721-1803), gobernador de Transilvania y consejero de la emperatriz María Teresa (1717-1780).

Entre éstas se cuentan piezas excepcionales como "La Crucifixión" por Antonello da Messina; "San Jerónimo", de Lorenzzo Lotto; dos retratos de "Donadores", de Hans Memling; "El hombre del gorro azul", de Jan van Eyck; "La matanza de los inocentes", de Pieter Brueghel "el Viejo", y "La Sagrada Familia", de Jacob Jordaens.

El palacio Brukenthal y la colección albergada por este edificio barroco fueron restituidos el año pasado a la Iglesia evangélica alemana de Sibiu, conforme con el testamento del ex gobernador de Transilvania.

El alcalde de Sibiu, Klaus Johannis, y el ministro rumano de Cultura y Cultos, Adrián Iorgulescu, asistieron a la transferencia del tesoro artístico.