La pasión por el teatro y el amor por el texto de José Zorrilla han sido más poderosos que los aforos limitados, las restricciones sanitarias y la dificultades técnicas para adaptar un montaje de más de tres horas y que, en ocasiones, ha superado el medio centenar de personas solo entre elenco y artistas invitados. Por eso la compañía Amigos del Tenorio, dirigida por Elvira Pineda, no faltará en este raro 2020 a su cita con don Juan, doña Inés, doña Brígida y el resto de inmortales personajes surgidos de la pluma del poeta y dramaturgo vallisoletano.

Aunque con algunos cambios con respeto a pasadas ediciones -se han modificado algunos pasajes y recortado en personal, por lo esta vez ni el ballet de Carmen y Matilde Rubio ni los Auroros acompañarán a la compañía-, Don Juan Tenorio llegará esta misma tarde al Teatro Concha Segura de Yecla, mañana al Auditorio Infanta Elena de Alcantarilla y, el miércoles 4 de noviembre, al Auditorio Víctor Villegas de Murcia. Todas las funciones comenzarán a las siete de la tarde, adaptándose así al toque de queda impuesto por el Gobierno Regional.

«Será un Tenorio atípico, pero sin perder su esencia», señala Pineda, que estará arropada sobre el escenario -un año más volverá a encarnar a doña Brígida- por más de treinta actores. Entre ellos destacan Álvaro González Pineda, en el papel de don Juan, y Rocío González Pineda como doña Inés; ambos, continuando una saga de intérpretes ligada a esta obra a cuyo patriarca, Cecilio Pineda -el tatarabuelo de estos dos jóvenes actores-, se le debe en la Región la costumbre de llevar sobre las tablas el texto de Zorrilla en torno al Día de Difuntos.

Por él, por ellos y por todos aquellos que no conciben el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos sin el Tenorio, los Pineda volverán a enfrentarse a la escenografía de José María Falgas aún sabiendo que, dadas las limitaciones de aforo, no es rentable. «Vamos a perder dinero, pero no nos importa. Esto es pasión, cariño y amor por Murcia», asegura Elvira, quien, no conforme con estas tres fechas, todavía busca nuevos sitios a los que llevar la obra. «Al final, vamos a hacer más cosas este año que ninguno», señala entre risas.