Entre 1977 y 1979 la euforia política de los primeros años de la Transición es tal que todo lo solapa. Si hay en 1977 un asunto relevante está ligado a la convocatoria, ese año (Suárez llamó a las urnas en el RD 20/1977 de 18 de marzo), de las primeras elecciones generales, el 15 de junio se celebra la votación; las Cortes del 77 aprobarían la Constitución del 78. El Consejo Regional de Murcia se constituye el 10 de noviembre de 1978. El 11 de enero de 1979 se publica, por parte de la Junta Electoral Central, el calendario rectificado, de las elecciones generales, una vez disueltas por Suárez las Cámaras en cumplimiento de la Disposición Transitoria Octava de la recién aprobada Constitución (RD 3073/1978 de 29 de diciembre), comenzando el 7 de febrero una campaña electoral que duraría hasta el día 28.

La eclosión del cartel político y reivindicativo durante la Transición fue brutal, continuado tema de discusión y debate, al que, por supuesto, no escaparon artistas e intelectuales, tampoco las galerías de arte que tiempo antes habían jugado el papel de servir de punto de encuentro y planificación de bastantes acciones reivindicativas, más o menos veladas, más o menos evidentes.

Citaremos una de esas acciones: la exposición «Artistas en torno a la prensa», organizada en mayo del 78; catorce artistas, entre ellos Alejandro Franco y Alfonso Albacete, y cinco galerías.

Zero es uno de los espacios expositivos para esta experiencia insólita de claro compromiso político. En noviembre de 1978 la Galería Zero, situada en la Plaza de la Cruz, presenta, con un cartel serigrafiado (solía ser habitual editar estos carteles que se vendían por un módico precio, y con intención de acercar el producto artístico al más amplio sector de público posible) realizado por Alejandro Franco, la exposición colectiva «Libertè», en la que participan Alfonso Albacete, Alejandro Franco, Barnuevo, Antonio Ballester, Cacho, Galindo, Romera, Silva y Luis Toledo.

Un cartel que trae aires de compromiso político y aromas picassianos (imposible desligarlo de la visión del Guernica, tan presente en habitaciones de jóvenes estudiantes de la época), que lleva impresos en rojo textos del poema Libertad de Paul Eluard: «y por el poder de una palabra / Reinicio mi vida/ Nací para conocerte / Para nombrarte, /Libertad».

Juan Bautista Sanz explica años después, en agosto de 2013, en su sección «Olvido y memoria» de LA OPINIÓN el sentido de aquella muestra, su vinculación a la forma de abordar el trabajo expositivo de otras galerías españolas como la madrileña Multitud: «Una de las muestras organizadas en Murcia con un sentido reivindicativo de las necesarias libertades democráticas del periodo de la Transición fue el encuentro en torno al poema Libertè de Paul Eluard; antes había homenajeado a Miguel Hernández€ y se había hecho la repulsa a la Guerra de Neutrones; nos convertimos así en un punto cultural de interés social y político».