Salva Espín (Murcia, 1 de junio de 1982) ha dibujado a El Increíble Hulk, SpiderMan, Lobezno, Capitán América, La Patrulla X o Deadpool, el antihéroe. Pero ahora tiene claro que los héroes son otros, de carne y hueso y están en cada esquina, en cada casa, en cada hospital o supermercado. «Es fácil encontrar el superhéroe del coronavirus en un momento como el que vivimos porque está en el interior de cada uno de nosotros. Hay sectores como el personal médico o que trabaja en las cajas de supermecados, los transportistas, toda esa gente que está haciendo su trabajo profesional del que requerimos ahora más de lo usual. Esa es la base de los superhéroes». Pero Salva saca una lectura positiva de este estado de alarma y es que «la gente, desde sus casas, se está tomando la situación con buen humor. En las redes sociales se ve a los ciudadanos gastando bromas. Por eso todos somos superhéroes». Así lo expresó ayer en una entrevista en directo a través de la cuenta en Instagram de La Opinión (@laopiniondemurcia).

Salva Espín, dibujante de Marvel, tiene otras muchas ocupaciones, como esas masterclass que se han frenado de reprente por culpa del confinamiento y con las que tanto disfrutaba. «Tenía un evento en Tenerife justo cuando saltó el estado de alarma. También íbamos a hacer otro en la biblioteca, además de charlas para los institutos, pero no llegamos ni a anunciarlas porque no nos dio tiempo. Todo se ha aplazado hasta septiembre u octubre, pero ya no sé cómo se gestionará porque la idea era hacer masterclass en auditorios y pabellones. Hasta que no encontremos una cura general esto va a ser una intriga». Y mientras que llega ese instante, ahora está centrado en ilustraciones publicitarias y la creación de nuevos personajes, como un Súper Abuelo para la firma murciana Melones El Abuelo, para la que ha diseñado una campaña de anuncios televisivos.

Pese a la situación de crisis que se presentará cuando podamos de nuevo salir a la calle, Salva Espín es optimista: «Va a venir una época dura económicamente y de trabajo. Pero por cómo están ahora mismo las comunicaciones, vamos a salir reforzados, no vamos a ser tan individualistas como en otras épocas». Por ello, considera que será muy importante la conciencia social de apoyar al vecino cuando acabe todo: «Vamos a vivir una situación dura. Por eso va a ser importante apoyar a los comerciantes, a la gente que tenemos a nuestro alrededor, tanto a las tiendas como a los fabricantes y a lo artistas». Para su colectivo también espera que lleguen las ayudas porque «vamos a necesitar un altavoz. Lo más importante para los artistas es que se valore un buen trabajo, algo que se consigue a través de la experiencia y de muchos años. Necesitaremos que el Gobierno y, en definitiva, cualquier institución, lo ponga en valor porque si las cosas fueran bien, no harían falta las ayudas». Y pese la dura situación que se avecina para todos los sectores, dentro del mundo de los cómics entiende que ahora «es más sencillo poder ganarse la vida con tus dibujos, cómics, ilustraciones, animación o videojuegos. Hoy en día hay bastante trabajo», afirma.

Mientras tanto, Salva Espín echa en falta estar con su familia, a la que no ve desde que se decretó el estado de alarma: «A mi abuelo lo vi el fin de semana que se decretó el confinamiento, pero desde lejos porque la semana anterior había estado en Sevilla y ya se había empezado a tomar en serio el coronavirus. Al menos me traje limones y naranjas que pudo recoger del huerto y con ellas voy tirando», termina diciendo.