Marat/Sade, una de las obras cumbre del teatro europeo contemporáneo, llega esta noche al Teatro Romea de la mano de la prestigiosa Atalaya Teatro, dirigida por el Premio Nacional 2008, Ricardo Iniesta. Escrita en los años sesenta del pasado siglo XX por el alemán Peter Weiss y estrenada en nuestro país por Adolfo Marsillach, la obra aborda los años posteriores a la Revolución Francesa, pero de una forma absolutamente actual.

Marat/Sade se desarrolla en tres tiempos: 1793, cinco años después de la Revolución Francesa, cuando fue asesinado el líder jacobino Jean Paul Marat; 1808, cuando los internos de Charenton interpretaban sus obras dirigidos por el Marqués de Sade, y la época actual, en la que vuelven a darles vida Carmen Gallardo, Manuel Asensio, Jerónimo Arenal, Silvia Garzón, María Sanz, Raúl Vera, Lidia Mauduit, Joaquín Galán, Elena Amada Aliaga y José Ángel Moreno.

Marat/Sade aúna el teatro épico de Brecht y el de la crueldad de Artaud, según Iniesta, que explica que se trata de una tragicomedia en dos actos con una veintena de actuaciones en vivo que le confieren un aire de musical. Su título completo es Persecución y asesinato de Jean Paul Marat representada por el grupo teatral de la casa de salud mental de Charenton bajo la dirección del Marqués de Sade.

En ella se recurre a la fórmula del «teatro dentro del teatro», por lo que los actores encarnan un doble rol: enfermos en un psiquiátrico y actores de una función dirigida allí por el propio Sade cuya trama se basa en las tres visitas de la aristócrata Carlota Corday a la casa de Marat, en la última de las cuales logra su propósito de asesinarlo. La representación, sin embargo, se verá interrumpida por los ataques de los locos o por el director del hospital, que les recuerda la censura sobre el texto.

Autor, entre otros, de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Marat fue uno de los ideólogos de la revolución, de la que representaba su ala izquierda, mientras que el Marqués de Sade, cuyo nombre ha dado origen a términos como 'sadismo' o 'sado', se ha convertido en uno de los personajes más controvertidos de la historia. Ambas figuras nunca llegaron a coincidir, aunque sí fue real la estancia del Marqués en Charenton, donde dirigió obras que alcanzaron gran notoriedad en la sociedad de su tiempo.