La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha detectado larvas de mejillón cebra en el embalse del Cenajo y un incremento de la población adulta de esta especie en los de Talave y Camarillas, según han informado fuentes del organismo de cuenca en un comunicado.

Los técnicos del organismo de cuenca han certificado el aumento de la densidad de estas larvas, si en mayo en el embalse de Camarillas era de 0,003 unidades por litro (ud/l), en agosto la densidad mostraba valores de hasta 0,106.

En el Talave se detectaron larvas de mejillón cebra en la campaña de julio con una densidad de 0,006 ud/l para llegar a agosto a registrar una concentración de 0,008 ud/l. Por último, la densidad de larvas observada en el Cenajo durante este último muestreo alcanza las 0,005 ud/l.

A su vez, los estudios han revelado la presencia de este molusco en edades adultas en los embalses de Camarillas y Talave en las que fue detectado esta especie invasora por primavera vez en la cuenca del Segura.

Los trabajos de muestreo para el seguimiento del mejillón cebra continuarán hasta mediados de octubre, coincidiendo con el ciclo reproductivo de la especie. Además, la CHS está instalando carteles informativos en diversos puntos de la cuenca e incrementando el control de la navegación recreativa en las masas afectadas.

Desde principio de verano está prohibida la navegación en el embalse de Camarillas por la presencia de poblaciones adultas de mejillón cebra y, en el embalse de Cenajo se ha definido un único punto de acceso y la obligación de limpiar cualquier elemento que entre en contacto con sus aguas en una estación de limpieza oficial certificada.

Un especie invasora dañina

El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) está considerada una de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

os principales impactos que genera sobre el ecosistema y los recursos económicos se deben a su elevada capacidad de crecimiento formando colonias y agregados que llegan, incluso, a taponar conducciones o tuberías.

Sobre el ecosistema, al ser un gran consumidor de fitoplancton, aumenta la claridad del agua alterando las condiciones del agua y desplaza a otras especies autóctonas.

Además, puede afectar negativamente al turismo y a otras actividades recreativas como la pesca deportiva y la navegación al cubrir, casi por completo, los taludes u orillas de las masas de agua donde prolifera.