Pese a estos buenos datos de escolarización del curso que arranca, con más de 300.000 matriculados en enseñanzas no universitarias por primera vez en la Región, la Consejería de Educación tiene el objetivo de seguir reduciendo las tasas de absentismo y abandono escolar, para lo que ya está trabajando en un proyecto que comenzará a funcionar el próximo año 2023.

La consejera María Isabel Campuzano afirma que la tasa de abandono escolar en la Región se ha reducido a la mitad en los últimos diez años, hasta situarse en el 17,3% actual. Pero su objetivo es que esta cifra se siga reduciendo y para ello han solicitado una subvención al Fondo Social Europeo de 2,1 millones de euros para la puesta en marcha del Programa Regional de Prevención y Reducción del Absentismo y Abandono Escolar 2023-2027, con el que se quiere aumentar el número de orientadores.

Según la consejera, se va a elaborar un mapa de zonas en las que hay mayor concentración de absentismo escolar para centrar en ellas las acciones a desarrollar.

La Consejería de Educación presentaba este miércoles como uno de sus ejes para este nuevo curso escolar el refuerzo de medidas de acompañamiento y orientación personal y familiar del alumnado educativamente vulnerable.

Campuzano indica que el programa consistirá en "el acompañamiento de las trayectorias educativas del alumnado más vulnerable para prevenir fracasos, promover su aprendizaje y asegurar el éxito escolar". Para contribuir a la reducción significativa de las tasas de repetición y de abandono prematuro, se establecerán plazas de orientadores u otro tipo de profesionales de este ámbito. Este nuevo curso contará con 59 nuevos orientadores y 14 profesores técnicos de servicio a la comunidad.