El movimiento cooperativista se ha convertido en un fenómeno mundial, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un pilar fundamental en el progreso de los países de todo el mundo. Y es que al ser una cooperativa una asociación de personas que se unen voluntariamente para desarrollar una actividad empresarial con el objetivo de hacer frente a las necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes a todos los socios y del entorno, los principios de ayuda mutua y e interés por su comunidad van intrínsecos. Así, la ONU considera que los problemas de desarrollo socioeconómico que aún están sin resolver, pueden tener una solución efectiva mediante la cooperación.

Precisamente la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido recientemente el «aporte fundamental» del cooperativismo a la reducción de las desigualdades, al trabajo «decente» y al respeto empresarial por el medio ambiente.

Díaz hizo estas manifestaciones durante su intervención vía telemática en la apertura de las jornadas organizadas por la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (Coceta), en las que más de novecientos cooperativistas analizaron el modelo de empresa cooperativa y se posicionaron ante los retos sociales y económicos.

«La economía social ha puesto los cimientos de una transformación importante; con vuestro trabajo diario demostráis ser un modelo ejemplar de desarrollo sostenible en línea con los objetivos de la Agenda 2030», recalcó la ministra.

Al mismo tiempo, señaló que «es hora de acercarse decididamente al mundo digital, competir en el mundo de las plataformas y trabajar la información en todas sus dimensiones de manera permanente, pero siempre con una dimensión humana».

«Debemos hacer ver que el cooperativismo es una alternativa real al modelo imperante», dijo, y subrayó la «enorme fuerza transformadora» de las cooperativas y su enfoque «centrado en las personas, su visión a largo plazo, la conexión directa con el territorio, o la gobernanza democrática de estas entidades».

Díaz se refirió a las acciones que el Gobierno de España está realizando en este ámbito, como la actualización de la Ley Nacional de Cooperativas de 1999, en la que se están integrando «nuevas expresiones del cooperativismo».

Por su parte, el presidente de Coceta, Luis Miguel Jurado, incidió en que el modelo cooperativo está lejos de un ecosistema empresarial «al que no le importan demasiado ni las condiciones laborales, ni las condiciones medioambientales, ni el tipo de sociedades que retroalimenta».