Ocho de cada diez enfermeras y enfermeros de la Región de Murcia han sido agredidos mientras desempeñaban su labor asistencial y de cuidados en un centro sanitario o sociosanitario, de los que algo más de la mitad lo han sido hasta en cinco ocasiones y cerca de un 14 por ciento en más de 10 ocasiones.

Así se desprende la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, para hacer una «radiografía» actualizada sobre el grave problema de violencia en el ámbito sanitario que se sufre en el conjunto del Estado. En concreto, el 82,5 por ciento de las enfermeras y enfermeros consultados por SATSE en la Región ha sufrido alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias, puñetazos…) o verbal (amenazas, vejaciones, insultos…) a lo largo de su vida laboral por parte de pacientes y/o familiares, informan desde el sindicato.

El mayor porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos se ha registrado en los hospitales y en Atención Primaria, ya que el 59 y 30 por ciento, respectivamente, de los profesionales que trabajan en estos ámbitos asistenciales aseguran haber sido víctimas de una o más situaciones de violencia hacia su persona, añaden.

Del porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos en la Región, el 52,80% lo ha sido hasta en 5 ocasiones; el 24,80%, en una única ocasión; el 13,60%, entre 6 y 10 ocasiones y el 8,80% en más de 10 ocasiones. En concreto, en los dos últimos años, marcados sanitariamente por la pandemia del Covid-19, han sufrido algún tipo de agresión el 63,71 por ciento de las enfermeras y enfermeros de la Región encuestados.

Asimismo, los profesionales de Enfermería piensan que el ambiente laboral en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como la relación con los pacientes, ha empeorado en los dos últimos años, y así lo manifiesta el 65,77 por ciento de las enfermeras y enfermeros consultados.

Al preguntar por el tipo de agresión sufrida, y teniendo en cuenta que un tipo de agresión no excluye a otra, y que una misma persona puede sufrir distintos tipos de agresiones, incluso dentro de un mismo acto de violencia, se constata que, mayoritariamente, son los insultos (70,97 por ciento) y las amenazas (63,71 por ciento) las formas más frecuentes de agresión, seguidas de las vejaciones (25 por ciento). En lo referido a las agresiones físicas, éstas las han sufrido el 14,52 por ciento de los encuestados/as.