La Opinión de Murcia

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Crisis covid

Boom de bodas poscoronavirus

El fin de las restricciones y la caída de contagios en la Región de Murcia preludian un año cargado de ceremonias ya que se juntarán los enlaces retrasados por la pandemia con las celebraciones que ya estaban previstas para estos meses

La propietaria de una tienda de vestidos de novia en Cartagena muestra uno de los diseños de esta temporada, que se prevé cargada de bodas. | LOYOLA PÉREZ DE VILLEGAS

¿Boda a la vista? Seguramente sí, porque este año se prevé que se celebren mayor número de enlaces que en 2019, antes de la irrupción de la covid. Concretamente un 20% más en toda España, como recoge Bodas.net, el portal más usado por las parejas que apuestan por unirse en matrimonio, y que recoge los contactos de miles de profesionales especializados en cada localidad.

En la citada página también se calcula que la media que gastan las parejas en su gran día es de unos 20.500 euros por enlace y, si bien aún quedan los que mantienen que el matrimonio no es un negocio, estas cifras se traducen en estupendas noticias para multitud de sectores, que, confiesan, estos dos últimos años han visto escasear sus clientes.

En la tienda de vestidos de novia Amanecer nupcial, sus empleadas cuentan que vivieron una debacle en 2020, cuando las bodas se redujeron casi en su totalidad. 2021 ha sido un poco mejor para ellos y este 2022 lo definen como «un año de bodas», aunque solo pueden especular, un poco recelosos tras la sexta ola de la covid, imprevista, que se ha producido en diciembre y en enero.

«Las novias quieren tirar la casa por la ventana, usar vestidos espectaculares», declaran, y son secundados por la tienda de Pronovias ubicada en la calle Platería de Murcia. Allí hacen hincapié en que, a día de hoy, hay tantos vestidos como novias, porque ya no existen modas rígidas y las clientes pueden dar rienda suelta a la imaginación. También que muchas mujeres, que compraron su vestido hace dos años, han pedido arreglos, pero mantienen el estilo, dado que «elegir el vestido de novia es como elegir marido: una vez que lo compras es porque sólo te ves casándote con él».

Ahora que la normativa que afecta a la celebración de las bodas se ha flexibilizado en toda España, los novios, muchos de los cuales llevan tiempo ahorrando durante estos años de coronavirus, están deseando hacer una boda «como las de antes». No en vano en España se superaba en los años prepandémicos la media europea de invitados a una boda, que no alcanzaba los 150 comensales.

Lleno en los restaurantes

En la Herencia Hiroshima, un restaurante con salones de celebraciones y fincas especializadas para bodas en Lorca, dicen que «se aproxima un boom de celebraciones» y que los que se han casado estos dos años anteriores han tenido que hacer, por la fuerza, bodas más reducidas, pero que ahora la gente quiere acabar con esto. Por otro lado, en el restaurante Con Pico Fino, de Cartagena, afirman tener todos los fines de semana casi llenos, por lo que resultaría difícil hacer un hueco a estas alturas.

Tal es la magnitud de este suceso que hasta las fechas menos concurridas, como son enero y febrero, también están ocupadas, y hay quien está reservando para 2023. Así lo asegura Manuel García, sacristán de la iglesia de San Mateo, en Lorca, que, antes de echar un vistazo a la agenda, ya asegura que puede confirmar que debido al coronavirus hay bodas pendientes desde 2020, que subirán el número de enlaces a cifras mayores que las de 2019.

No obstante, sigue existiendo un cierto recelo, tanto para los comercios como las parejas que se embarcan en la nueva aventura de planificar una boda, con todo el trabajo que conlleva. Este recelo es debido al miedo de que el coronavirus ‘reviva’: una nueva variante, una nueva ola, cualquier cosa que haga peligrar esa celebración.

Tania, una fotógrafa especializada en bodas, anima, como profesional del sector pero sobre todo como novia (que se casó, junto con unos cuantos valientes, el pasado año 2021) a que la gente que se lo esté pensando dé el paso, a pesar de este miedo a la pandemia, porque «lo importante es el momento y lo que celebras, no lo grande o pequeña que sea la fiesta». «Al final sólo por esto te lo pasas genial, y creas un recuerdo que es inolvidable», destaca.

Murcia, entre las tres ciudades más baratas para casarse

En 2021, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla y Murcia se situaban como las tres ciudades españolas más baratas para organizar una boda. Así, dar el ‘sí quiero’ en Las Palmas de Gran Canaria puede llegar a costar 10.600 euros; en Sevilla, se calcula que cuesta 11.000 euros; mientras que en Murcia, la tercera ciudad más barata con respecto a esta celebración, los costes alcanzan los 11.100 euros, un 9% menos que la media nacional. Además, Bilbao es la ciudad más cara para llevar a cabo una boda, con un coste promedio de 14.600 euros. Le siguen Madrid y Barcelona, con unos precios mínimos de 13.500 y 13.000 euros, respectivamente.

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