Tres meses después de su última visita, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, volvió a orillas del Mar Menor con un anuncio millonario. El proceso participativo que tuvo el plan del Ministerio para la recuperación de la laguna ha logrado sumar otros 102 millones de euros para sacar adelante las demandas de vecinos, agricultores, ecologistas, universidades, administraciones y otros organismos implicados en la restauración del ecosistema marino.

En total, el proyecto del Gobierno central contará con 484 millones de euros, procedentes de fondos propios y de recuperación europeos, un aumento presupuestario del 26% con respecto a lo fijado en noviembre del pasado año, cuando la ministra presentó su proyecto en Murcia.

67,9 millones de euros irán destinados a soluciones basadas en la naturaleza. Es decir, a la restauración de los ecosistemas en la franja más cercana a la costa de la laguna, en los primeros 1.500 metros, y la creación del ‘corredor verde’ que demanda el Ministerio. La idea es conectar los espacios protegidos de la ribera con pasillos de vegetación, comprar fincas con interés ecológico, adaptar zonas inundables para que logren retener las escorrentías durante fuertes episodios de lluvias o por afloramientos de agua por el alto nivel freático del acuífero.

Los agricultores dispondrán de una ayuda de 20 millones para favorecer el 'corredor verde'

A esto se suman otros 20 millones enfocados a la agricultura, para reducir en origen la contaminación por nitratos e impulsar cultivos sostenibles que sirvan de filtro verde en la franja de los primeros 1.500 metros de la laguna. Esta línea, cuyo diseño se está ultimando, se materializará con un sistema de incentivos ambientales complementarios a la PAC. Otros 14,6 millones irían destinados al control de nitratos con la modernización del sistema de drenaje y saneamiento en la cuenca del Campo de Cartagena, una red de drenaje «obsoleta y muy transformada» por la actividad agrícola y la mala planificación urbanística, destacaba ayer la ministra.

En ese proceso de participación pública para aportar ideas al plan ministerial, Ribera puso énfasis en que el 51% de las alegaciones presentadas llegaron de los propios vecinos, sumando después a agricultores, ecologistas, administraciones y otros organismos. En total, el proyecto de recuperación tuvo 600 alegaciones de 79 participantes.

El refuerzo en la vigilancia sobre el terreno y un mayor número de efectivos para inspeccionar la cuenca, sumado a la delimitación de cauces públicos, una revisión más exhaustiva de los deslindes en el litoral, la renaturalización de ramblas, eliminación de plantas invasoras y el empleo de especies autóctonas para revegetar el dominio público hidráulico, en concreto la ribera de la rambla del Albujón, son las actuaciones que se incorporan al proyecto. Medidas, todas ellas, que llevarán años ejecutarlas por completo.

«Trabajo conjunto»

«Esto requiere un esfuerzo de todas las administraciones y no basta con la detección y eliminación actividades incompatibles con la laguna», recalcaba Ribera ayer, «necesitamos una visión del territorio» que permita «una ordenación de usos» correcta en toda la cuenca.

La ministra reclamó al Gobierno regional un «trabajo conjunto» entre ambas administraciones antes que presentar «eventuales querellas archivadas» recientemente, en referencia a la denuncia presentada por la Dirección General del Mar Menor al Gobierno central por su posible implicación en la crisis anóxica del pasado verano en la laguna. La vicepresidenta del Ejecutivo español ha percibido «una evolución positiva» de las relaciones entre ambas administraciones y espera seguir sumando en «esa dirección». Por otro lado, la ministra espera de los ayuntamientos ribereños que ofrezcan una «respuesta real a quienes se ven afectados en una zona que vivía de la agricultura y necesitan oportunidades».