Diez mil autónomos de la Región se ven expuestos a tener que bajar la persiana para guardar la cuarentena durante los meses de enero y febrero. UPTA calcula que uno de cada diez trabajadores por cuenta propia acabará contagiándose durante la sexta ola y tendrá que cerrar mientras dure la baja por enfermedad, salvo en el caso de que tengan empleados que puedan llevar el negocio en su ausencia.

La organización aboga por utilizar los 85 millones de las ayudas destinadas a reflotar las empresas con problemas de solvencia que no han podido gastarse para apoyar a las pymes que se ven más castigadas en este momento, en lugar de devolverlas al Gobierno central.

Los requisitos exigidos a las empresas para poder beneficiarse de los 142 millones asignados a la Región por el Gobierno central solo han permitido repartir 57 millones, lo que obligará al Ejecutivo regional a devolver los 85 restantes.

El presidente de la organización de autónomos, Eduardo Abad, defiende que «es necesario poner en marcha una nueva ayuda urgente que sofoque las consecuencias de esta sexta ola. La propuesta que hacemos es muy razonable, no sólo porque estamos viviendo de nuevo restricciones en sectores concretos, sino porque los contagios o las bajas por ser contacto estrecho están siendo una constante en nuestro colectivo».

Para Abad, no tiene sentido «devolver el dinero a Madrid» para tramitar después una nueva convocatoria de ayudas. «Se perdería mucho tiempo», señala.

Asegura que ya hay pequeños negocios cerrados por covid, dado que el ritmo de los contagios que se están produciendo entre los asalariados también se da entre los trabajadores por cuenta propia. «Como todo el mundo dice que el 10 por ciento de toda la población se va a contagiar, es previsible que más de 10.000 de los 103.000 autónomos de la Región acabarán enfermando», calcula Abad.

Sin embargo, sostiene que la proporción de autónomos que solicitarán la baja laboral será mucho menor, dado que el colapso de la sanidad y las dificultades para tramitar la incapacidad transitoria harán que muchos desistan. «Un trabajador por cuenta ajena tiene que informar a su empresa, pero los autónomos que se contagien no tienen que dar cuentas a nadie, no tienen un jefe al que justificar por qué no han ido a trabajar», añadió.

Por esta razón, prevé que los profesionales o los propietarios de pequeños negocios que no tengan trabajadores acabarán bajando la persiana para guardar la cuarentena, aunque no quede constancia oficial de están enfermos.

«La gran mayoría de los trabajadores por cuenta propia no se acoge a la baja por enfermedad común, simplemente guardan la cuarentena. Los trámites necesarios para gestionar la prestación por incapacidad temporal y la escasa cuantía económica que perciben son las causas principales por las que toman esa decisión», explicó.

UPTA considera insuficientes los cinco días de baja que propone la Croem


El presidente de UPTA, Eduardo Abad, considera insuficientes los cinco días de baja laboral que propone la patronal regional Croem para los trabajadores contagiados, en lugar de los siete establecidos en este momento. «Lo que debe primar es la salud de las personas», indicó el máximo responsable de la organización de autónomos, quien abogó por «dejar a los científicos» las decisiones que afectan a las medidas de carácter sanitario. Abad alertó de que «si se acorta el periodo de aislamiento de los trabajadores contagiados y regresan a sus empresas demasiado pronto, puede haber rebrotes. Creo que tenemos que dejar de especular», apuntó.