El centro de gravedad de los aviones es el punto imaginario en el cual se considera concentrada toda la masa del avión y, por tanto, es allí donde actúa la fuerza del peso del avión. Se supone que si el avión se cuelga por el centro de gravedad quedará en perfecto equilibrio. Cuando un avión sale de la fábrica tiene un peso en vacío y un centro de gravedad determinado que es el punto donde la carga de la aeronave se equilibra, pudiendo ser delantero o trasero.
Como explica el catedrático del área de Mecánica de Fluidos de la Universidad Politécnica de Cartagena, Antonio Viedma Robles, el centro de gravedad es un pilar básico de la aeronáutica, ya que, para volar, hay que tener siempre en mente dónde se encuentra y el «peso total» de la aeronave.
Viedma es también delegado de la UPCT en el Centro Universitario de la Defensa, ubicado en la Academia General del Aire de San Javier, y vinculado a la docencia de los alumnos de la AGA desde 1995, cuando inició su actividad como profesor de Aerodinámica y Mecánica de Vuelo.
Según explica, las aeronaves suelen estar diseñadas con un margen flexible del centro de gravedad y de peso para que el primero no se desvíe con facilidad. Los aparatos pequeños como el E-26 Tamiz son más sensibles las desviaciones del centro de gravedad, ya que el peso que pueden soportar estos aviones es menor.
Para Viedma, el centro de gravedad es como si en una balanza hubiera varios platos con pesos, en lugar de dos, «colocados a distintas distancias y alturas». Al final, explica, este punto se obtiene con el equilibrio entre los pesos. «Si en uno de los platos se añade más peso, hay que modificar el punto del centro», añade.
El ingeniero aeronáutico desconoce qué ha podido producir los problemas en los aviones , de los que tampoco había oído hablar cuando habló con esta Redacción. No obstante, descarta que el error se deba a un problema con el «peso máximo» que soporte el avión, ya que tan solo se trata de dos personas. Con todo, el catedrático asegura que un problema con el centro de gravedad puede provocar «inestabilidad y descontrol» del aparato: «La palanca no se controla igual».
Él mismo, que realizó hace años un curso de vuelo sin motor, recuerda que cuando ascendía sin instructor era necesario poner en el asiento vacío pesas, precisamente para que el centro de gravedad no se desviara.
