No se hablaba tanto del lenguaje inclusivo desde la última vez que la ministra de Igualdad del Gobierno de España, Irene Montero, dijo «todes» en público. Esta semana el mérito hay que reconocérselo a la Asamblea Regional de Murcia y, en concreto, al Grupo Parlamentario Vox, que presentó una moción con el propósito de prohibirlo aunque, finalmente, ‘solo’ pedirán al Consejo de Gobierno que sancione a quien use mal el español en la Administración regional.

"Hay muchos recursos en la lengua para ser inclusivos más allá de los desdoblamientos"

Herminia Provencio - Profesora del departamento de Lengua Española de la UMU

«Y a mí me gustaría que toda la información que nos llega de los organismos oficiales estuviera bien redactada gramaticalmente», comenta Miguel Ángel Puche, director del Departamento de Lengua Española y Lingüística General de la Universidad de Murcia (UMU). Para él, «en la actualidad, el lenguaje inclusivo se ha convertido en un arma arrojadiza y en un instrumento manipulable con motivos ideológicos», pero no solo por parte de la izquierda, como indicaba en la tribuna del Parlamento murciano el diputado Juan José Liarte, sino que es el ‘modus operandi’ «de cualquier tipo de postura política».

Lo mismo piensa su compañera en el departamento, la profesora Herminia Provencio, una experta en la materia con una larga trayectoria impartiendo cursos sobre la utilización del lenguaje inclusivo. «Los partidos han politizado su uso, cuando deberían tener otra función en la sociedad», explica. En su opinión, el pleno de la Asamblea «no es el foro donde se tiene que disertar» sobre este asunto y advierte de que «los políticos son expertos en tergiversar el uso de las palabras para ocultar realidades».

"Este tema se ha convertido en un arma arrojadiza y en un instrumento manipulable"

Miguel Ángel Puche - Director del departamento de Lengua Española de la UMU

Provencio es una defensora del lenguaje inclusivo, «si se usa correctamente». Ella misma reconoce que lo habla en sus clases; no obstante, lamenta que «la sociedad solo piensa en el desdoblamiento de género como única forma para utilizarlo», algo que achaca al «desconocimiento de los recursos para ser inclusivos».

Ciudadanas y ciudadanos, trabajadores y trabajadoras, todos y todas, chicos y chicas, hijos e hijas... «El desdoblamiento es conflictivo» para Puche, en el sentido de que lo considera «engorroso y no facilita la economía del lenguaje». Pero subraya también que «no es incorrecto gramaticalmente» y que, «dependiendo del contexto», se debe utilizar. Por ejemplo, sugiere que a la hora de hablar de asociaciones de padres, es recomendable incluir también el término ‘madres’, ya que hay muchos tipos de familias.

Libros de texto

La profesora de la UMU afirma que para usar el lenguaje inclusivo hay que tener en cuenta, entre otros elementos, el uso de las formas verbales, cambiar la voz activa por la pasiva, sopesar si se debe eliminar el artículo y omitir el sujeto y los complementos innecesarios. Pero, sobre todo, apuesta por un cambio en la redacción. Considera, además, que este último punto es esencial para las personas que elaboran los libros de texto, ya que, si el lenguaje inclusivo llega a ser un «obstáculo para el aprendizaje», como indicó la propia consejera de Educación y Cultura de la Región de Murcia, Mabel Campuzano, es porque no se ha sabido utilizar.

"Los políticos son expertos en tergiversar el uso del lenguaje para ocultar realidades"

Herminia Provencio - Profesora del departamento de Lengua Española de la UMU

«En la educación hay que usar el lenguaje inclusivo más que en ningún otro sitio», sostiene, y afirma que «lo que no se nombra, con el paso del tiempo, no existe», una frase muy parecida a la que pronunció María Marín, portavoz de Podemos, en la Asamblea mientras se debatía la polémica moción. Provencio pone en valor la lucha por visibilizar a las mujeres y se lamenta del «retroceso» que podría sufrirse si se eliminara el lenguaje inclusivo de los libros de texto, una recomendación que esta semana ha hecho el Gobierno regional.

La ‘e’ de ‘todes’, un morfema "extraño" que no creen que se generalice

¿Veremos algún día la letra ‘e’ como marca de género inclusivo aceptada por la RAE? El profesor y director del Departamento de Lengua Española y Lingüística General de la Universidad de Murcia, Miguel Ángel Puche, cree que es un «morfema extraño» que «no se puede aceptar como norma porque no ha arraigado», aunque no se puede descartar «que se generalice en veinte años». No obstante, no tiene mucha fe en que esto suceda. «Muchos cambios de la lengua se difunden rápidamente por los medios de comunicación, pero que haya novedades no implica su asentamiento posterior», dice el experto. En este sentido, «no hay una aceptación por parte de la RAE hasta que la sociedad no lo ha naturalizado antes». La lingüista y profesora de la UMU Herminia Provencio no piensa que la RAE se haya quedado anticuada, «a pesar de que en la sociedad sí se ha anclado esa idea». De todas formas, admite que deberían eliminarse algunas definiciones desde el punto de vista de género. ‘Sexo débil’, sin ir más lejos, sigue recogido en el diccionario como ‘conjunto de mujeres’. Confía en que «con el tiempo se retirará».