El parón de la actividad económica que se produjo durante la pandemia ha dado paso a un aumento imprevisto de la demanda internacional, que ha desbordado el tráfico marítimo y ha multiplicado por diez el precio de los contenedores en los que viajan los productos que salen de la Región y las materias primas que utilizan las fábricas murcianas. Las industrias que dependen de las grandes rutas del transporte internacional para llevar los productos de la Región y para recibir los componentes que necesitan se quejan de que el bloqueo de los grandes puertos del Pacífico en Estados Unidos y Asia está retrasando la salida de sus exportaciones y el suministro de materias primas, aunque la Consejería de Empresa sostiene que el volumen de las ventas al exterior ha crecido un 17,42% hasta julio.

El presidente de Agrupal ( Agrupación de Empresas de Alimentación de Murcia, Alicante y Albacete), José Gómez, explicó que en los puertos de Los Ángeles y de algunas ciudades de China se ha producido un bloqueo a consecuencia de la acumulación de barcos que permanecen atracados durante días. Esta saturación se ha trasladado a los puertos del resto del mundo que están conectados a las rutas de Asia y del Pacífico. Las consecuencias del colapso para las empresas que utilizan estas rutas para exportar sus productos a los destinos más lejanos, como las conserveras, se traducen en que «no hay una regularidad en el cumplimiento de los calendarios» de salida y atraque de los buques ni seguridad en «el cumplimiento de los planes de trabajo» de las empresas.

También destacó que en las rutas de larga distancia la falta de contenedores provoca «retrasos que en algunos casos llegan a los 20 y los 30 días», lo que origina «desajustes en la cadena comercial y financiera», dado que los clientes pagan al recibir la mercancía, pero ahora no se sabe con exactitud cuándo se producirá la entrega.

García Gómez indicó que el precio de los contenedores ha llegado a alcanzar los 20.000 euros en algunos casos, cuando antes de la crisis rondaban los 2.000 o los 3.000. Se pregunta «qué parte del contrato se hace cargo del coste de un contenedor que pasa de 2.000 a 20.000 euros».

Recordó que este sobreprecio se suma a la subida de la energía eléctrica. «El precio de la luz resulta más preocupante en las empresas de congelados, que tienen que mantener sus cámaras en marcha todo el año, y en las fábricas de zumos», señaló. Gómez mostró además su preocupación por el encarecimiento de las materias primas como el acero utilizado para la fabricación de los envases de hojalata.

También el presidente de la patronal nacional del mueble Anieme, el empresario de Yecla Juan Carlos Muñoz, aseguró que la falta de contenedores está provocando retrasos, cuya duración va «por semanas» y dijo que el colapso registrado en los puertos está haciendo que los contenedores «se subasten al mejor postor de forma salvaje».

También apuntó que el coste de un contenedor que rondaba los 2.000 euros ha subido hasta los 12.000. En el caso de la industria del mueble los retrasos en el tráfico marítimo también están entorpeciendo el aprovisionamiento de materias primas y de componentes mecánicos o electrónicos utilizados en la fabricación, tal y como había ocurrido al principio de la pandemia, cuando el mercado chino se cerró y dejaron de llegar suministros de telas y de otros materiales.

Juan Carlos Muñoz advirtió de que los problemas de distribución hacen más difícil mantener «el inventario» y provocarán que algunos productos «queden fuera del mercado». A pesar de estas dificultades, el mueble sigue manteniendo el tirón de la demanda que registra desde mediados de 2020, cuando se levantó el confinamiento y las familias se lanzaron a renovar el hogar y a cambiar el mobiliario, ya que las ventas de muebles de la Región han crecido un 44% en el primer semestre.

Las dificultades en el aprovisionamiento de componentes afectan también a las industrias del metal e incluso a la construcción.

No obstante, la Consejería de Empresa asegura que las exportaciones y las importaciones de la Región han seguido creciendo este año, a pesar del colapso provocado por la escasez de contenedores. Según los datos del Instituto de Fomento, en los siete primeros meses del año las ventas de las empresas murcianas al exterior han crecido un 17,42% y han alcanzado los 6.977 millones de euros, debido al tirón que experimenta la demanda en todo el mundo. Estas cifras superan incluso las exportaciones de 2019, ya que el año anterior a la pandemia se quedaron en 6.616 millones. También las importaciones superan a las de 2020. En julio ascendieron a 971 millones, frente a los 689,9 del pasado año.