La intensa vida social que mantienen los jóvenes durante las vacaciones de verano está complicando la labor de los rastreadores en los casos de contagio. Con la quinta ola de la pandemia ha bajado la edad media de los enfermos, que en muchos casos se resisten a dar los nombres de todas las personas con las que se han relacionado o no disponen de los datos necesarios para poder localizarlas. María Dolores Chirlaque, jefa del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud, asegura que «hay que llamarlos cuatro o cinco veces» para que informen sobre el círculo de amistades que debe ponerse en cuarentena, pero «no nos dicen la verdad». También han aumentado los casos de incumplimiento de las cuarentenas, que están dando lugar a un mayor número de sanciones.

Según los últimos datos epidemiológicos que ha ofrecido la Consejería de Salud, el 39,9% de los casos de coronavirus registrados en las últimas semanas corresponde a jóvenes de entre 15 y 29 años, mientras que los menores de 15 representan el 19,3%. Sin embargo, las personas de más de 60 años apenas suponen el 9,3%.

El hecho de que cuatro de cada 10 pacientes sean menores de 30 años ha contribuido a reducir el número de casos graves que precisan hospitalización, pero multiplica las posibilidades de propagación de la covid, porque el número de contactos de cada paciente es mucho más elevado. Además, es más frecuente que asistan a eventos públicos.

La responsable del Servicio de Epidemiología explicaba que los pacientes más jóvenes suelen relacionarse «con varios grupos de compañeros diferentes y luego vuelven a casa con su familia», lo que obliga a los rastreadores a ampliar la lista de contactos directos que deben ser localizados.

Estas dificultades se agravan en las zonas costeras, porque «en las urbanizaciones de las playas conviven jóvenes de distinta procedencia», lo que añade más obstáculos a la labor de rastreo.

«Lo que vemos es que no dicen la verdad. Vemos que unos dicen una cosa y otros dicen otra distinta. La gente joven se mueve mucho y cuesta mucho hacer un seguimiento», aseguraba María Dolores Chirlaque, quien atribuye la falta de colaboración en algunos casos al desconocimiento, aunque en otras ocasiones cree que la resistencia a facilitar información a los rastreadores es un intento de evitar la cuarentena a sus contactos.

También apuntó que algunos jóvenes tratan de eludirla escudándose en «un test de antígenos negativo o aduciendo que tienen la primera dosis de la vacuna», como si eso les aportara un escudo protector suficiente para evitar que contraigan la enfermedad y puedan contagiarla.

Añadió que paralelamente han aumentado los casos de incumplimiento de la cuarentena, lo que da lugar a un mayor número de sanciones entre las personas que salen de casa antes de tiempo.

Cuando se detectan casos de contactos que residen fuera de la Región, la Consejería remite la información a sus respectivas comunidades autónomas, que también están informando al SMS si encuentran a murcianos contagiados o sospechosos de haber contraído la enfermedad.

Según los últimos informes del Servicio de Epidemiología que ha publicado Salud, la mayor parte de los brotes de coronavirus detectados en la primera semana de agosto ha tenido un origen social: 134, con 795 casos registrados, que representan el 52,4% del total.

Mazarrón inicia las vacunaciones sin cita previa

Mazarrón inició ayer las vacunaciones masivas sin cita previa. Salud espera que durante las jornadas de ayer y de hoy reciban la primera dosis contra la covid unas 2.500 personas. Los requisitos para vacunarse son estar empadronado en la Región y tener más de 12 años. El equipo de vacunación empezó a trabajar a las 11.00 horas de la mañana en al Almacén del Grupo Paloma, situado en la Carretera de las Moreras, y hoy estará entre las 9.00 y las 15.00 horas en el mismo sitio. Mañana serán vacunados los vecinos de Yecla que acudan a la Feria del Mueble desde las 8.30 a las 14.30 horas. El viernes le llegará el turno a Águilas.

En la última semana de julio se contabilizaron 194 brotes con 1.219 casos de contagios motivados por contactos sociales, que representan dos de cada tres casos.

La Consejería cuenta con 450 rastreadores disponibles, 260 de los cuales dependen del Servicio de Epidemiología, según informaron fuentes de Salud. María Dolores Chirlaque precisó que, a pesar del trabajo que los rastreadores están realizando en la quinta ola, porque deben localizar a un número de contactos mucho mayor cuando los contagiados son jóvenes, la Región no ha perdido capacidad de seguimiento y se mantiene «a la cabeza de las comunidades que registran mejores tasas de trazabilidad».

La jefa de Epidemiología recordó igualmente que todas las personas a las que el test de antígenos comprado en la farmacia les da positivo deben acudir al médico para confirmar el diagnóstico mediante otras pruebas. «Es muy importante aislarse y acudir al médico», reiteró.