Mientras que a su predecesora la expulsaron del partido tras firmar el «pacto de la estabilidad», toda la plana mayor del Partido Popular acudió el sábado de la semana pasada a Cartagena para darle un «espaldarazo», como ella misma reconoce, en su toma de posesión. A Noelia Arroyo aún le sorprende que haya políticos en activo que

no hayan entendido «de qué va esto, el papel que tenemos que jugar cuando no se tienen mayorías absolutas». Comienza su tiempo.

¿Cómo se siente en su nuevo despacho?

Una gran responsabilidad, un honor inmenso y, si cabe, muchas más ganas de trabajar y esforzarme para sacar lo mejor de mí para que todo funcione. Quiero poder contagiar mi ilusión y mi manera de entender la política para avanzar.

¿Cómo han sido sus primeros días como alcaldesa?

Intensos y, al mismo tiempo, se han desarrollado los acontecimientos como esperábamos en el equipo de Gobierno: sin rupturas ni sobresaltos. Se ha demostrado la generosidad y el sentido común que impera en este pacto, así como nuestro compromiso para desarrollar un proyecto común.

El voto fue secreto. ¿Pasó nervios?

Confío plenamente en todos y cada uno de los concejales de mi equipo. Son buenas personas, comprometidos, valientes y con fuertes convicciones. Nunca dudé de sus compromisos con los cartageneros.

Empezó su mandato con un gran recibimiento por parte de su partido. ¿Cómo vivió la visita de Casado y tantos alcaldes populares?

Volví a tener el apoyo de mi partido. Siempre he presumido del respaldo que tuve para poder suscribir este pacto y me pareció muy injusto lo que le hizo el PSOE de Diego Conesa a Ana Belén Castejón y a sus compañeros. Por el contrario, el PP entendió que Cartagena necesitaba diálogo, acuerdo y entendimiento. Fue un espaldarazo contar con la presencia de Pablo Casado, Teodoro García Egea y Fernando López Miras, pero también de alcaldes que son referentes en la gestión como José Luis Martínez-Almeida.

¿También ve ese cambio de ciclo del que habla Casado?

Sin duda. Otros partidos han cometido errores como el de la moción de censura. Además de hacer el ridículo nacional, consiguieron reforzar el proyecto del Gobierno de la Región y la reunificación del centroderecha. En política, lo más importante es no cometer errores.

Como alcaldesa, pasa a formar parte del organigrama del PP.

Todos los alcaldes de municipios de más de 50.000 habitantes pasamos a ser parte del Comité Ejecutivo del PP como miembros natos. Y también de la Junta Directiva Nacional.

¿Cómo lo asume?

Me gusta tener representación como alcaldesa de Cartagena en los diferentes órganos de mi partido, no lo voy a negar. Pero no porque necesite el galón.

Por mucha continuidad tras el traspaso que quiera transmitir, alguna diferencia se verá con usted como alcaldesa.

Seguro que sí. Cuando hablo de continuidad me refiero a que hay un mismo equipo, un mismo programa de Gobierno de cien puntos y que hay un estilo común de colaboración exigente con todas las administraciones para desbloquear problemas que llevan demasiado tiempo enquistados y a los que queremos darles resultados. Pero, lógicamente, no somos iguales. Nos unió lo que tenemos en común y dentro de dos años tenemos la oportunidad de que los cartageneros respalden nuestro trabajo.

¿Y en qué quiere despuntar Noelia Arroyo? ¿Cuáles van a ser sus banderas?

Por encima de todo, voy a defender a Cartagena, y no es una frase hecha. Quiero demostrar mi amor a mi tierra, mi compromiso desde el primer momento y mi carácter a la hora de gobernar para todos, también para quien no me votó. Propongo mucho esfuerzo, trabajo y perseverancia para estos dos años en los que voy a tener la suerte de iniciar la recuperación económica después de un tiempo muy difícil por la situación de la covid y la crisis sanitaria, económica y social; además de las DANA. Espero que lleguen los fondos europeos y que consigamos alianzas con todas las administraciones para poder desbloquear los grandes proyectos para Cartagena.

Podemos adelantó que trabajará en el Congreso para avanzar en la singularidad de Cartagena mientras se tramita el Estatuto. ¿Qué le parece?

A mí me encantaría como alcaldesa y cartagenera poder hablar de Cartagena como provincia, pero eso no se puede imponer. Se necesita unidad y consenso por parte de otros municipios que se tienen que sumar a esta iniciativa; y eso nunca ha pasado. No hay apoyo de San Pedro, ni de San Javier, ni de Los Alcázares, ni de Torre Pacheco ni de La Unión. Mientras tanto, sí que podemos trabajar en estos dos años en el proyecto de Cartagena como gran capital del Mediterráneo. Esta ciudad puede hablarle de tú a tú a otras capitales de provincia como Málaga o Santander. Lo demás, sin apoyos, es populismo, un tema fácil de retorcer.

Parece que le ha tocado la parte más dulce del mandato.

Ha sido suerte, nadie preveía la dureza de los dos primeros años, en los que yo también me dejé la piel, aunque no fuera alcaldesa. De la misma manera, tengo que decir que sé que Ana Belén Castejón va a seguir trabajando muy duro como vicealcaldesa. Ahora toca hacer muchas cosas que tuvimos que postergar para priorizar otras y lo tenemos que aprovechar.

¿Como cuáles?

Hemos trabajado mucho en el Plan Estratégico de Turismo para convertirnos en la capital del Mediterráneo. Ahora vamos a ejecutarlo y será clave. También toca desarrollar el Plan de Movilidad, que está a disposición pública y con el que buscamos desarrollar un urbanismo táctico dentro el municipio. Pero hay otras cosas que sí pudimos hacer en un escenario de adversidad: implantamos el servicio de hemodinámica 24 horas, nos trajimos la sede de la Consejería de Turismo a Cartagena y retiramos el fibrocemento de los colegios, por poner algunos ejemplos.

¿Y cuáles son las urgencias con las que se tiene que poner ya manos a la obra?

Después de lo más duro de la crisis sanitaria, tenemos 19.000 cartageneros que quieren trabajar y no pueden; así como muchas familias de clase media y en riesgo de exclusión que necesitan la ayuda del Ayuntamiento para normalizar su situación. En segundo lugar, lo que me preocupa, y para lo que quiero intentar que cada administración asuma su responsabilidad, es la recuperación del Mar Menor. Y si no lo hacen, vamos a pedir permiso para que nos dejen actuar y a coger el toro por los cuernos, sin tener en muchos casos la competencia por ley.

¿Hay plazos para pedir esos permisos?

Los plazos son los que legalmente están establecidos. Ahí entra el asesoramiento de nuestros técnicos medioambientales y jurídicos.

¿Qué administración pone más problemas?

La única administración a la que se le ha exigido que esté presente y no está es el Ministerio para la Transición Ecológica. Y el Plan de Vertido Cero no se ejecuta porque ahora están trabajando en otro plan.

¿Cree que la oposición va a ser más dura con usted que con Castejón? Algunos ediles se marcharon cuando tomó el bastón de mando.

Quedó de manifiesto el porqué de nuestro pacto y la importancia de alcanzar acuerdos e impulsar el diálogo por encima de todo. Esa formación fue la que, sacando un concejal más que yo, no supo o no quiso buscar apoyos para formar un Gobierno sólido. La misma que, en la legislatura anterior, nos condenó al aislamiento y al enfrentamiento continuo.

El PSOE insistió hasta el último momento en que con sus actas no se votara por usted.

Aquellos que han intentado sabotear el pacto lo van a seguir haciendo. El PSOE de Conesa y Sánchez le hizo elegir a Castejón entre su partido o Cartagena, llegando incluso a abandonar el Ayuntamiento por ese ataque de cuernos y esa obsesión por ajustar cuentas con ella, que es un animal político. No han entendido de qué va esto, el papel que tenemos que jugar cuando no tenemos mayorías absolutas.