Sin cambios de última hora, ni sorpresas en la sesión de investidura, Noelia Arroyo se convertía este sábado en alcaldesa de Cartagena. Lo hacía arropada por sus compañeros del Partido Popular, que no quisieron perderse el regreso de los populares a la Alcaldía de la ciudad portuaria seis años después de que un pacto entre socialistas y MC impidiera la investidura de la entonces candidata del partido, Pilar Barreiro.

Sin embargo, la tensión entre el equipo de Gobierno -formado por PP, Ciudadanos y no adscritos- y la oposición, hizo imposible que el relevo en la Alcaldía de Cartagena se produjera de manera pacífica y tranquila.

Como teniente de alcalde, ya que Arroyo acudía en calidad de candidata, Manuel Padín presidía el Pleno, que comenzó casi un cuarto de hora más tarde de lo previsto. «Quiero que sea un Pleno tranquilo y que demos un ejemplo de buen Gobierno a la ciudadanía», advertía ya desde el primer momento Padín, mirando de reojo a los ediles de MC Cartagena, que mostraban este viernes su rechazo a la ex alcaldesa Ana Belén Castejón y a Arroyo dando la vuelta a sus asientos durante el discurso de la exregidora en el Pleno de renuncia.

Con Noelia Arroyo, José López, Leli García y Pilar García como candidatos a la Alcaldía de Cartagena y tras decidir que el voto sería secreto, los ediles fueron depositando uno a uno sus votos en una urna de cristal, por orden alfabético. Mientras tanto, Castejón intercambiaba con Arroyo, sentada a su izquierda, miradas cómplices y gestos para tranquilizar a la ya alcaldesa, momentos antes de conocer los resultados.

Finalmente, como estaba previsto, Arroyo consiguió los 15 votos a favor del equipo de Gobierno, uno más de los que necesitaba para obtener la mayoría absoluta, contando con el respaldo de todos los ediles que conformaron en 2019 el pacto de Gobierno a tres bandas que le costó a Castejón la expulsión del PSOE.

Más tranquila, Arroyo juraba el cargo y recibía de parte de Castejón el bastón de mando de la ciudad portuaria a la vez que los concejales de MC Cartagena, Unidas Podemos y Vox abandonaban el salón de Plenos a modo de protesta. «La estabilidad institucional es un derecho de los ciudadanos y, por lo tanto, es una obligación de los políticos», así comenzaba la alcaldesa popular su discurso tras tomar los mandos del Gobierno municipal. «Cartagena se enfrentaba a la amenaza de otros cuatro años de paralización y de bloqueo. Nosotros entendimos que nuestra responsabilidad era evitarlo, por difícil que fuera», justificaba la regidora haciendo alusión al líder de MC, José López. «En este gobierno no mandan las siglas, en este gobierno mandan los cartageneros», suscribió la alcaldesa al tiempo que miraba a los ediles que conforman el heterogéneo Gobierno municipal.

Así, tras agradecer a Castejón su gestión al frente del Ayuntamiento de Cartagena, Arroyo anunció que durante los dos años de mandato que tiene por delante pretende «sacarla de la crisis» y crear puestos de trabajo en la ciudad portuaria a través del turismo, la movilidad sostenible y el crecimiento económico del Puerto de Cartagena, dando más protagonismo a jóvenes y asociaciones vecinales. «Vamos a impulsar la formación para convertir en progreso las nuevas oportunidades de nuestra industria», destacó también la regidora.

Tras su discurso, el líder del PP, Pablo Casado, acudió a dar la enhorabuena a la alcaldesa acompañado por el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, el secretario general del partido, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, el secretario general del PP de la Región de Murcia, José Miguel Luengo, el consejero de Presidencia y Turismo y el senador murciano del PP, Francisco Bernabé. También acudieron a apoyar a Arroyo en su investidura el vicealcalde de Murcia, Mario Gómez, la presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Yolanda Muñoz, además de la familia de la alcaldesa, que la acompañaron durante su investidura en el salón de Plenos.

La oposición, en pie de guerra

Si durante los dos primeros años de legislatura Castejón no lo tuvo fácil con los partidos de la oposición, MC, UP y Vox ya han advertido que seguirán «la misma línea» con Arroyo.

Mientras que el líder de MC, José López, calificó de «fraude a la democracia» el ascenso de Arroyo a la Alcaldía, la portavoz del Grupo Mixto, Pilar García, aseguró que para Vox «no cambia nada» y que el pacto a tres bandas «no representa a Cartagena». Por su parte, la edil de UP, Leli García, lamenta que el PP vuelva a la Alcaldía «con lo que nos costó librarnos del partido en Cartagena».

Colectivos y sindicatos protestan a las puertas del Palacio Consistorial

La investidura de Noelia Arroyo estuvo marcada por las movilizaciones de colectivos, sindicatos y afines a MC y PSOE que se concentraron durante toda la mañana del sábado a las puertas del Palacio Consistorial. Más de cien personas mostraban su rechazo al relevo y reivindicaban a la nueva alcaldesa diferentes problemas que tendrá que solucionar durante los próximos dos años de legislatura. Entre ellos, representantes sindicales de UGT y Comisiones Obreras, que aprovechaban el cambio de Alcaldía para recuperar las movilizaciones por el acuerdo de condiciones de trabajo que el Ayuntamiento de Cartagena suspendió en diciembre del 2019. 

También los ex trabajadores del litoral, a la espera de que el Consistorio licite el nuevo contrato de mantenimiento y retirada de biomasa de las playas y «sin cobrar ni trabajar desde hace dos meses», indican. 

No faltó tampoco el Colectivo LGTBI Galactyco, que asegura que el PP «solo pone trabas a su lucha», así como la Coordinadora en Defensa del Molinete y la plataforma Por un Mar Menor Vivo, que piden a la regidora soluciones para recuperar el ecosistema marino.

Todos ellos esperaron a que Arroyo y sus compañeros de partido abandonasen el Palacio Consistorial provocando momentos muy tensos debido a los abucheos y con un gran despliegue de agentesde la Policía Local y Nacional.