Hablar de la figura popular murciana es hacerlo de aquellas figuras de belén de barro realizadas en distintos talleres de Murcia entre finales del siglo XIX y mediados del pasado siglo XX, cuando la producción de figuras belenísticas tanto de estilo hebreo enlienzadas como de plástico, que inundaron el mercado, acabaron influyendo de manera muy decisiva en el declive de estas figuras. Con la intención de mantener viva esta tradición, la Casa del Belén de Murcia, en Puente Tocinos, ofrece desde el pasado viernes y hasta el 31 de agosto una exposición abierta al público.

La denominación popular indica que son figuras que se encontraban al alcance de la mayoría y eran conocidas por la sociedad en general, llegando a formar parte del imaginario murciano.

El belén, en general, y la figura popular, en particular, están asociados indudablemente a la historia de Murcia. Son parte de ella, así como un referente en el belenismo nacional e internacional. La figura popular murciana, la más simple, confeccionada con barro recogido de las acequias de la huerta y del Río Segura, eran creadas en talleres familiares de la ciudad de Murcia ubicados fundamentalmente en los barrios de San Juan y San Antolín, así como en pedanías cercanas, donde combinaban la la elaboración de figuras de belén con las de santos y juguetes que vendían durante el año.

«Con esta exposición se pone en valor uno de los elementos más característicos de la tradición murciana, objeto de coleccionistas y parte de nuestro patrimonio cultural. Además, sirve para despertar la curiosidad entre las generaciones más jóvenes», afirma el concejal de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Murcia, Pedro García Rex.

Esta exposición de figuras populares de finales del siglo XIX y parte del XX pretende mostrar, poner en valor y dar a conocer la figura popular murciana del belén, hoy objeto de coleccionista, como parte del patrimonio murciano cultural material que es, a generaciones que nunca antes la ha conocido, despertando así no solo su interés y curiosidad, sino también haciendo aflorar sentimientos y recuerdos en otras generaciones que han convivido con ellas y forman parte de su imaginario sentimental.