La madrugada que mataron a Kevin, sus agresores «actuaron con extrema violencia, siendo imposible contener su actitud e intenciones de agredir» al joven, que acabó muriendo en el hospital. Así se lee en el atestado del caso, que subraya que «la actitud de todos los intervinientes fue desafiante, desobedeciendo de forma grave y reiterada las indicaciones y órdenes que se les daban, llegando incluso a amenazarlos de muerte». De hecho, los policías y guardias que intervinieron en la reyerta del sábado en Jumilla también acabaron lesionados, con golpes y arañazos: de ahí que a los cuatro detenidos, uno menor, ya encerrados, se les añada a la lista de delitos que presuntamente han cometido uno de atentado.

Asimismo, en el atestado queda constancia de que los agentes intentaron separar a los participantes en la pelea mortal, que actuaron en una «riña tumultuaria». La superioridad numérica también era patente: había muchos implicados, armados y gritando, y muy pocos agentes.

Marta, novia del difunto y antes pareja del presunto autor material del crimen, sostiene que había denunciado en varias ocasiones que la familia de su ex la estaba amenazando. Según su testimonio, lo mismo ocurrió la madrugada del crimen: presuntamente, la madre de Inocente J. F., luego también detenida y ya en prisión preventiva, acudió a increpar a la joven. Kevin habría salido en defensa de su pareja y arremetido para ello contra la mujer, llegando a golpearla. Este gesto habría sido el detonante para que varios de sus parientes se dirigiesen al lugar y se produjese la reyerta que acabó en muerte. La propia Marta grabó con su móvil momentos de la pelea. Ella es crítica con la actuación policial y opina que «había dos Cuerpos de Seguridad (Policía y Guardia Civil) delante y permitieron que lo mataran». «Delante de ellos mataron a una persona», insiste.

Condena enérgica de Vélez

El delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, tiene claro que, para esclarecer el crimen de Jumilla, «las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están actuando con su habitual rigor y profesionalidad», y prueba de ello es la detención de cuatro sospechosos (los tres adultos ya están en prisión provisional y el menor en un centro) apenas horas después del homicidio.

«Soy consciente de la rabia y la impotencia que puede ocasionar un suceso así, pero tengo que condenar enérgicamente las agresiones a agentes que se han producido en las últimas horas», dijo Vélez sobre los altercados del lunes. «Vamos a actuar con contundencia, las agresiones físicas a los agentes y los daños materiales son intolerables», recalcó.

Desde el Sindicato Profesional de Policías y Bomberos (SPPLB) en la Región mostraron su «absoluta condena» por los disturbios violentos protagonizados por un centenar de personas en la comisaría de la Policía Local de Jumilla y el cuartel de la Benemérita.

Piden «que se depuren las responsabilidades derivadas de los daños producidos, ya que se trataba de una concentración que estaba convocada desde la mañana y ni desde Concejalía de Seguridad ni desde Delegación del Gobierno se han evaluado ni previsto medidas para prevenir esos actos violentos que se han saldado con daños de difícil cuantificación en estos momentos y la grave alteración del orden público».

Desde Jucil, asimismo, expresaron «todo nuestro apoyo a los compañeros y sus familiares y total repulsa y condena a la violencia y las amenazas» sufridas por los agentes en los disturbios que tuvieron lugar el lunes por la noche, cuando se llegaron a destrozaar vehículos policiales.