Tras los ancianos y trabajadores de residencias y el personal sanitario, esta semana están siendo los grandes dependientes y sus cuidadores los siguientes en recibir la vacuna frente al coronavirus, tal y como marca la estrategia del Ministerio de Sanidad. En la Región de Murcia son en torno a 13.750 las personas en situación de gran dependencia (Grado III de dependencia), según los cálculos de la Asociación Estatal de Directores Gerentes en Servicios Sociales.

Su vacunación supone todo un desafío, no tanto por el elevado número de personas a proteger, sino porque una gran parte de ellas serán inmunizadas en sus casas al no poder desplazarse al centro de salud y las dos vacunas que han llegado hasta el momento, una vez abiertas, tienen una vida útil muy corta.

En el caso de la vacuna Moderna cada vial contiene diez dosis y, según recuerdan desde la Consejería de Sanidad, una vez descongelado el vial se tienen que administrar las vacunas en una hora. En el caso de la vacuna de Pfizer, cada vial está preparado para extraer seis dosis «que también se tienen que aplicar de inmediato».

La tercera vacuna que va a llegar a España en los próximos días, la de AstraZeneca, no se va a aplicar por el momento a la población mayor. El portavoz del Comité de Seguimiento de la covid en la Región, Jaime Pérez, explicó precisamente ayer que se espera que las primeras dosis de esta tercera vacuna comiencen a llegar a la Comunidad la próxima semana.

En este momento se están estudiando las fórmulas más viables para poder llevar las vacunas a los domicilios sin que se desperdicie ninguna.

No se descarta que para esta distribución se utilicen ambulancias de forma que las dosis puedan ser transportadas lo más rápidamente posible. De momento, los médicos de Familia desconocen cómo van a vacunar a sus pacientes, ya que serán equipos formados por médicos y enfermeros los que se desplacen a los domicilios.

El propio Pérez confirmó ayer que la vacuna de AstraZeneca sí se podría llevar a los domicilios de estos grandes dependientes que no pueden trasladarse hasta los centros de salud o hasta los distintos puntos de vacunación que se pretenden poner en marcha en la Región.

«Estamos esperando las indicaciones del Ministerio, porque podríamos empezar a vacunar con ella a grandes dependientes inmovilizados en domicilios», señaló ayer el epidemiólogo. La Consejería de Salud está estudiando habilitar espacios donde haya grandes equipos vacunadores para que todas aquellas personas que estén en mejor situación y sí puedan ir por sus propios medios hasta ellos para que le sea administrada la vacuna.