En torno a 290.000 niños y adolescentes menores de 16 años en la Región de Murcia no podrían recibir la vacuna contra el coronavirus, al menos de momento. La falta de ensayos clínicos en este sector de la población y la estrategia de vacunación dirigida a inmunizar a la población más vulnerable son las razones por las que de momento la Agencia Europea del Medicamento no ha autorizado suministrar dosis a los jóvenes menores de 16 años. «El hecho de que los ensayos clínicos en adultos suelan ir por delante de los que se realizan a los más jóvenes es la norma general en la investigación sobre la eficacia de cualquier vacuna», apunta Manuel Sánchez Solís, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. El doctor subraya que, en este caso, es claro que la enfermedad es de adultos y la sintomatología en menores es «mucho más leve o bastante inocua».

En concreto, esta indicación de no vacunar a los menores de 16 años es para la vacuna fabricada por la farmacéutica Pfizer, la de mayor distribución en España, que centró su investigación de campo en adultos mayores de 18 años, asegurando su eficacia en esta parte de la población, por lo que retrasó para estudios posteriores el análisis en niños y adolescentes.

«La preferencia de la vacuna debe comenzar con la población vulnerable mayor de 60 años, que tiene un riesgo de mortalidad alto y una probabilidad de hospitalización en la UCI elevada, por lo que pueden llevar al colapso sanitario y es importante inmunizarlos primero», explica Enrique Bernal, especialista en enfermedades infecciosas y coordinador del grupo Covid del Hospital Reina Sofía de Murcia. La vacuna protege frente a una sintomatología grave provocada por la covid o asintomática, pero tanto Bernal como Sánchez Solis señalan que no se ha podido establecer todavía en ningún ensayo clínico que las dosis protejan contra la transmisión del virus.

«Los niños no contagian más con este virus como puede ocurrir con otros como el de la gripe», señala el pediatra, «por lo que no tienen una gran capacidad transmisora» como se ha llegado a apuntar en alguna ocasión. Pese a que la incidencia del virus en la población más joven tuvo su auge en las fiestas navideñas en la Región debido a los contactos sociales, que derivó en infecciones a familiares, ambos sanitarios insisten en la necesidad de proteger a los más vulnerables antes, pues vacunando a niños y adolescentes no se rompería la cadena epidemiológica como se hace suponer.

Vacunarlos, ¿sí o no?

El debate entre llegar a vacunar o no a los más jóvenes una vez se haya suministrado las dosis al 70% de la población adulta y más vulnerable para obtener la inmunidad de rebaño, ambos facultativos apuestan porque sí. «Si se inmuniza a toda la población adulta, como reservorio del virus solo quedarían los niños y adolescentes y eso podría ocasionar problemas, así que sería importante vacunarlos e incluir en dos o tres años esta inmunización contra la covid en las campañas de vacunación a los más pequeños», explica el pediatra del hospital Virgen de la Arrixaca. Los dos sanitarios apuntan que no creen que la vacuna llegue a tener efectos adversos en esta población más joven.