Pascual Piñera Salmerón, vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, no tiene ningún reparo en afirmar que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, «es un mentiroso». Después de la primera ola de coronavirus, en 2020, Illa se comprometió en el Congreso de los Diputados a crear una especialidad específica para este servicio. «Lo hizo en plena situación de pandemia, con muchos colegas urgenciólogos contagiados y algunos fallecidos por culpa de la enfermedad», recuerda Piñera. Ya en 2021, dicha especialidad sigue sin existir.

«Este no es el único ministro que nos ha mentido», recuerda el Jefe de Servicio de Urgencias del Hospital Reina Sofía de Murcia, que asegura que le «da igual de qué partido sea. No ha cumplido su palabra».

Solo hay cuatro países en la Unión Europea que carecen de especialidad en Medicina de Urgencias y España es uno de ellos —junto con Austria, Chipre y Portugal—. Además, esta disciplina está reconocida por la UEMS (Unión Europea de Médicos Especialistas). La SEMES, por su parte, lleva treinta años luchando por conseguirlo.

Con la especialización en Medicina de Urgencias y Emergencias, estos sanitarios ganarían en jerarquización, organización y una formación reglada. «¿Alguien entendería que la formación de un cirujano fuera la que él hubiera querido? ¿Y un cardiólogo que se hubiera formado en lo que él hubiera pensado que le conviene? Pues eso es lo que pasa en Urgencias», explica Piñera Salmerón.

Por otra parte, el urgenciólogo también considera que la creación de la disciplina en España sería, en parte, una solución a la falta de médicos que hay en estos momentos. «Tenemos un problema de fondo. Yo quiero buscar mañana cuatro médicos para un contrato indefinido y probablemente no los encuentre», asegura taxativamente.