Uno de cada cuatro jóvenes ocupados en la Región de Murcia, el 21,5%, afirma haber estado afectado por un expediente de regulación de empleo (ERTE) y paro parcial por razones técnicas o económicas en el primer semestre de 2020, según refleja el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. Aunque la cifra es alta, se trata de los mínimos valores registrados en todo el país entre los menores de 30 años, ya que la media nacional roza el 30%.

Se trata de los meses que siguieron a la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno de España por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. En términos de empleo, entre abril, mayo y junio se produjo una reducción de la tasa de actividad hasta situarse en el 49,5%. Por otro lado, la tasa de empleo entre la población entre 16 y 29 años en la Región de Murcia fue del 34,8%, 6,3 puntos menos que en el mismo trimestre de 2019.

Para la población joven comprendida entre los 30 y 34 años, la tasa de empleo supera en la Región el 60%, algo por debajo de la media nacional.

La pandemia ha afectado especialmente al mercado laboral de las personas jóvenes, caracterizado por la temporalidad y la terciarización, por lo que el cierre de este sector económico ha hecho que se alcancen datos sin precedentes en la serie histórica de la EPA, explican desde el Consejo de la Juventud. Además, añaden que los datos de empleo serían «aún peores de no ser por la red de seguridad que han supuesto los ERTE», ya que la juventud ha sido el colectivo de edad más beneficiado. Así, mientras que el 24% de las personas trabajadoras mayores de 30 años se han acogido a un expediente de regulación de empleo durante la pandemia, entre las personas jóvenes trabajadoras esta cifra alcanza el 29,6% en España. Desde el Consejo subrayan la necesidad de «seguir manteniendo» esta medida «para no dejar atrás a la juventud».

Sobre la Región, el informe señala que la crisis socioeconómica vinculada a la pandemia de la covid-19, ha empeorado la inserción laboral de las personas jóvenes, «que ya previamente se caracterizaba por una fuerte exclusión laboral y unas condiciones de trabajo muy precarias».

Baja tasa de emancipación

La crisis de la covid ha llevado a España a los peores niveles de emancipación desde el año 2001: solo el 17% de las personas jóvenes viven fuera de casa de sus padres. La caída ha sido la más profunda desde 1988 pero no ha afectado por igual a todas las comunidades autónomas.

En la Región, en el segundo trimestre de 2020 solamente un 16% de la población entre 16 y 29 años vivía de manera independiente a su familia, manteniéndose en valores similares al año anterior (16,3% en el segundo trimestre de 2019). No obstante, el esfuerzo económico que debería hacer una persona joven para acceder a una vivienda en la Región de Murcia, ya sea a través de la compra o en arrendamiento, es de los más bajos de toda España.

Desde el Consejo de la Juventud relacionan directamente la crisis sanitaria y los problemas para acceder a un trabajo estable con la baja tasa de emancipación en la Región de Murcia. «Tanto antes de la irrupción de la pandemia como en el segundo trimestre de 2020, los efectos de la exclusión laboral se reflejaron en una baja tasa de emancipación residencial entre las personas jóvenes, figurando entre las más reducidas de todas las Comunidades Autónomas».

Cabe destacar que en la Región, como en el resto del país, la tasa de emancipación residencial entre mujeres y hombres siguió siendo notable (20,8% para las mujeres y 14,0% para los hombres). Sin embargo, las jóvenes vieron como sus probabilidades de abandonar el hogar familiar empeoraban en mayor medida que las de los hombres jóvenes en el primer semestre de 2020.

Más del 50% del salario neto se dedica solamente a pagar la hipoteca

Más del 50% del salario neto se dedica solamente a pagar la hipotecaEn el segundo trimestre de 2020, una persona joven asalariada en España tendría que haber reservado el 56,4% de su salario neto individual solamente para hacer frente al importe de la hipoteca, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de Juventud.

El alquiler se erige, entonces, como la principal alternativa ante la imposibilidad de adquirir una vivienda libre, ya que no conlleva ni un compromiso económico tan dilatado ni un ahorro previo tan abultado como la compra mediante una hipoteca. De hecho, el 58,8% de las personas jóvenes emancipadas en España en 2019 vivía de alquiler. Pese a todo, hacer frente a los 904 euros al mes que, de media, se pedían por una vivienda libre en oferta en España en el segundo trimestre de 2020, equivaldría al 92,9% del salario neto de una persona joven para el mismo período.