Los pacientes con una enfermedad genética cardíaca que han sufrido una descompensación o insuficiencia en algún momento en el pasado tienen más probabilidades de padecer una infección por covid más virulenta. Es una de conclusiones a las que ha llegado un estudio realizado por la Unidad CSUR-ERN de Cardiopatías Familiares del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca cuyo coordinador, Juan Ramón Gimeno, ha explicado que «esos pacientes tienen menos reservas de cara a la infección porque ya han sufrido descompensaciones previamente».

Según el estudio, los pacientes que padecen insuficiencia cardíaca por una debilidad en la contracción tienen más riesgo de acabar en la UCI o de fallecer en comparación con los pacientes en los que la insuficiencia cardíaca se produce por un problema de relajación.

Gimeno ha señalado que esto no se justifica por la edad del paciente porque, de hecho, los que tienen insuficiencia cardíaca por problemas de contracción son más jóvenes que los otros y tienen peor pronóstico.

El cardiólogo ha puntualizado que son resultados «preliminares» de la investigación y «posiblemente se modifiquen a medida que se acumulen más casos».

El estudio tiene en cuenta más de 200 variables como, por ejemplo, la temperatura, la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, la saturación de oxígeno y otros parámetros de la analítica. Asimismo, tiene en cuenta los tratamientos previos y la medicación durante el ingreso por covid.

Se trata de una investigación multicéntrica en la que participan 26 instituciones nacionales y extranjeras de países como Argentina o Rusia, al tiempo que hay países con interés en colaborar, como Italia y Holanda. Es un estudio financiado por el Instituto de Salud Carlos III en una convocatoria extraordinaria a raíz de la irrupción de la pandemia.

Uno de los objetivos de esta investigación es averiguar si el tratamiento de la enfermedad cardíaca tiene un impacto en la enfermedad infecciosa y viceversa.

En este momento, según Gimeno, las fases dos y tres del estudio, que analizan el impacto de los tratamientos, no están concluidas porque requieren una recolección mucho mayor de datos.