Localizar, analizar el estado de conservación y comprobar cuáles serían las medidas necesarias para garantizar la seguridad de hasta 3.844 pozos mineros abandonados en la Región de Murcia es el objetivo de la nueva actualización del inventario de estas instalaciones desperdigadas por las antiguas zonas mineras de la comunidad. La dirección general de Energía y Actividad Industrial y Minera, dependiente de la Consejería de Industria, va a actualizar el último inventario de pozos mineros abandonados en la Región que la Universidad Politécnica de Cartagena realizó en el año 2001, cuando se localizaron un total de 2.185 pozos mineros en las Sierras Cartagena y La Unión y Sierras de la Peñarrubia y la Serrata en Lorca. Dos décadas después es ya un tiempo prudencial para volver a conocer el estado de deterioro en el que se encuentran estos pozos cuya actividad industrial se paralizó en la década de los 90 del pasado siglo.

La localización, identificación y caracterización de los pozos mineros a principios del siglo XXI y que están incluidos en el inventario, permitió a la Comunidad evaluar y conocer la seguridad de los mismos, así como llevar a cabo las medidas necesarias respecto a la seguridad, para evitar accidentes en estas infraestructuras (sellado de pozos, recrecimiento de brocales, cierre de galerías, etc?). Tras 20 años desde ese último inventario, «existe una gran incertidumbre sobre la situación actual de estos pozos mineros inventariados. Además, hay zonas mineras en la Región de Murcia que no formaron parte del ámbito geográfico del inventario del 2001, por lo que se desconoce cuántas instalaciones de este tipo de industria existen en ellas y por consiguiente su estado», señala la dirección general en el pliego de condiciones que regirá la contratación de estos servicios, cuyo proyecto se encuentra ahora mismo en licitación.

El inventario de 2001 fue realizado exclusivamente en los distritos mineros de Cartagena - La Unión y en las Sierras de la Peñarrubia y La Serrata en Lorca. Ahora, con la actualización, se pretende realizar la caracterización e inventariado de los pozos existentes en otras zonas de tradición minera como Mazarrón, Águilas, Cehegín, Almendricos (Lorca), Perín (Cartagena), Cabezo Gordo (Torre Pacheco) y Valladolises (Murcia).

Por un lado, se buscará actualizar la información de los 2.185 pozos que ya se conocen y, por otro lado, llevar a cabo una fotointerpretación con imágenes áreas de las zonas mineras no analizadas hasta ahora. Este método de rastreo pretende localizar posibles pozos existentes e infraestructuras mineras, para posteriormente visitarlos y conocer su estado. Según los cálculos de la dirección general de Actividad Industrial y Minera, con esta nueva actualización se registrarán oficialmente 1.659 pozos más de los que hasta ahora no se conocía prácticamente nada sobre su conservación.

El objetivo para el director general Eduardo Piné sobre el nuevo inventario no es tanto localizar estos pozos que antes no estaban registrados, sino lo que viene después. «Estas instalaciones han sufrido muchas modificaciones que desconocemos. Necesitamos conocer las ubicaciones exactas y el estado actual para requerir a los propietarios o titulares de estas explotaciones que lleven a cabo las medidas oportunas para garantizar la seguridad, sobre todo en los casos que supongan un grave riesgo para las personas». Es por ello que Minas exigirá actuaciones como el vallado perimetral o reparar los brocales.

Piné señala que el nuevo inventario comenzará a realizarse durante el primer semestre de 2021. En la sierra minera de Cartagena y La Unión hay 1.890 pozos inventariados y otros 272 sin identificar; en la sierras de Peña Rubia o Peñarrubia existen 295 explotaciones geolocalizadas y otras 191 sin localizar; en Mazarrón y Águilas se calculan que hay 593 pozos a falta de inventariar y en otras sierras mineras de la Región con pasado industrial en esta actividad hay 603 pozos. En este último caso se revisarán zonas mineras de Almendricos de Lorca, en las minas de Gilico de Cehegín, en Loma Larga de Fuente Álamo, en el Cabecico del Rey de Valladolises (Murcia), en el Cabezo Gordo de Torre Pacheco, en Lomas de Bas del poblado Cuesta de Gos (Águilas) y en la localidad cartagenera de Perín.

El presupuesto del nuevo inventario es de 153.980,05 euros y los trabajos que se llevarán a cabo son la fotointerpretación de sierras mineras, la codificación de pozos mineros y preparación de material de campo, visita a los campos de pozos inventariados y geolocalizados, otra visita a las zonas de pozos no inventariados la sierra minera de Cartagena y La Unión, así como de la sierra lorquina de Peñarrubia y La Serrata y el resto de zonas mineras comunitarias, elaborar una base datos cartográfica de todas las instalaciones, así como llevar a cabo un vuelo cartográfico con drones y elaborar la memoria final.

La dirección de Minas estima que se localizarán un 2 por ciento de los pozos sin inventariar en las zonas ya revisadas de la sierra de Cartagena y La Unión, y por el contrario en la sierra Peñarrubia, La Serrata, Almendricos, Minas de Gilico y Cabecico del Rey se estima localizar un 5% de pozos de los fotointerpretados inicialmente. Estas estimaciones pueden varias en función de cómo se desarrolle el trabajo de campo, ya que podría elevarse este porcentaje, señala Eduardo Piné.

En total, los trabajos que comenzarán el próximo año deberán analizar un área de 5.629 hectáreas entre todos los territorios que acogieron un pasado minero en la Región de Murcia. El espacio más extenso en la sierra de Cartagena y La Unión (2.714 hectáreas), seguido de las zonas mineras de Mazarrón y Águilas, con 956 hectáreas.

El contratista deberá certificar quién tiene la concesión minera del pozo, el tipo de protección que tiene, la altura de la protección del pozo, el tipo de revestimiento del brocal de protección, la profundidad del pozo, la cimentación, si tiene agua, la accesibilidad (si se puede acceder por senda o camino con vehículo o si no existe una senda), medir la peligrosidad de la explotación o la proximidad a un núcleo urbano.