Un viaje sin billete de vuelta. Mientras la situación sanitaria sigue empeorando y se acuerdan restricciones más severas para controlar los contagios, muchos murcianos tienen que tomar la complicada decisión de abandonar la Región sin saber cuándo podrán volver a sus hogares.

«Me preocupa no saber cuándo voy a volver a ver a mi familia», así se expresaba a esta Redacción Guillermo García, quien, maleta en mano, aguardaba un tren en la estación de El Carmen junto a decenas de murcianos que emprendían un viaje de última hora con un ticket que no tiene fecha de regreso. ¿El destino? Madrid. «Mi empresa me quiere allí presencialmente, y como van a confinar Murcia, me tocará quedarme allí», explicaba este joven murciano, quien asegura que aunque esta medida «me perjudica, porque me tengo que ir de casa y buscarme otro piso», entiende que «si han aumentado el número de casos y hay que tomar estas medidas, las acepto».

Sin embargo, no puede evitar estar preocupado por no saber cuándo verá de nuevo a su familia: «Vivimos en un dilema entre lo personal y lo profesional, porque sí, el dinero hace falta, pero no poder ver a mi familia en Navidad me preocupa mucho».

En esa difícil elección de priorizar lo laboral frente a lo familiar ha salido ganando Soraya, una joven murciana que viaja a la capital de España precisamente para estar cerca de sus padres: «Les tengo allí a los dos, y aunque creo que no me van a dejar volver hasta enero, no me preocupa. Lo que quiero ahora es estar cerca de ellos».

En el andén 2 de la estación murciana también esperaba al tren Carmen, oriolana que estudió en Murcia pero vive y trabaja en Madrid. El motivo del desplazamiento, familiar: «Tuve que venir a hacer unos papeles, porque falleció mi madre, y ahora vuelvo a mi casa». Un viaje de regreso a pocas horas del cierre de la Región de Murcia y que comenzó apenas una hora desde que finalizó el estado de alarma en Madrid: «El estado de alarma se cayó el sábado a las 16.47 horas, y yo cogí el tren a las 17.20 horas. Y justo saqué la vuelta para el jueves, porque el viernes tenía que estar en mi puesto de trabajo. Lo he vivido todo al límite».

Sobre la imposibilidad de volver a Murcia en caso de que lo necesite, Carmen se muestra tranquila y, además, asegura que no planeaba viajar en los puentes «porque con tantas restricciones no está la cosa para organizar nada», con lo cual no le preocupa que puedan cerrar la Comunidad de Madrid. Es más, apoyaría esta medida, pues «todo lo que sea para la salud, viene bien. Y hay que cumplirlo, porque no hacerlo nos puede perjudicar a todos».

«Toda medida es poca»

Bernabé es de Murcia, pero tiene que desplazarse hasta Madrid este fin de semana porque trabaja de rastreador en el Cuartel General de la Armada. En primera línea de la lucha para controlar la pandemia, Bernabé considera que «estamos en un punto en el que toda medida es poca. Está claro que lo que es bueno para la sanidad es malo para el comercio, pero siempre hay que buscar un equilibrio, como todo en la vida».

Aunque sus desplazamientos están justificados y el riesgo de no poder volver a su casa es prácticamente inexistente, a Bernabé no le preocupa que pueda quedarse atrapado en Madrid: «Como los militares somos de distintos sitios, nos podemos mover sin problemas. Pero si al final me toca quedarme en Madrid pues bueno, es lo que toca. Al final, estamos en una situación muy excepcional y hay que estar preparados para ello».

También tranquila, y ciertamente optimista, se mostraba Ana, murciana de 43 años que se desplazaba a Madrid por un «viaje importante de familia» y que sí tiene fecha de vuelta. Y no, no le preocupa que puedan cancelarle el viaje y quedarse confinada en la capital española: «Yo no pienso quedarme en Madrid, tengo mi casa aquí en Murcia. No estoy preocupada». Ana ve estas medidas como «algo necesario», aunque apela a la responsabilidad de todos: «No podemos estar con miedo pero tampoco saltándonos las restricciones, tiene que ser algo justificado para moverse, si no, hay que quedarse en casa».