Los hosteleros acusan al jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, de querer aplicar siempre las medidas más duras desde que se inició la primera oleada de coronavirus. «A nuestro presidente le gusta ser más restrictivo que nadie», dijo el máximo responsable de Hostemur, Jesús Jiménez, al enterarse de que Murcia ha establecido el toque de queda a partir de las 23.00 horas y no a medianoche, como han anunciado otras regiones. Advierte de que esa hora de diferencia hará que los restaurantes «pierdan las cenas», lo que supondrá una caída del 35% o el 40% en la facturación diaria.

A su juicio, la decisión anunciada por el Ejecutivo murciano para tratar de frenar los contagios por coronavirus en la Región hará que muchos establecimientos «cierren a mediodía», porque tiene claro que muy poca gente va a adelantar la hora de cenar para sentarse a la mesa «a las siete o la ocho, como suelen hacer los turistas extranjeros».

Considera que si las tiendas y los centros comerciales mantienen su horario habitual y siguen cerrando a las 22.00 horas, será difícil que los clientes acudan a cenar antes de la hora habitual y cambien sus hábitos. «La gente no cenará, porque estará trabajando y no le dará tiempo», auguró.

Critica que al presidente regional «le guste ser más restrictivo que nadie» y le reprocha la falta de coordinación con otras regiones, como la Comunidad Valenciana, que es partidaria de aplicar esta limitación de los movimientos a partir de las 24.00 horas.

Añadió que también Madrid quiere establecerla a medianoche, mientras que Murcia se adelanta una hora, en lugar de buscar «la coordinación» que el propio presidente López Miras reivindicaba hace unos días, cuando se empezó a plantear la posibilidad de volver a impedir el libre circulación de los ciudadanos.

«Me gustaría tener políticos con criterio, como los europeos», dijo Jiménez.

El máximo responsable de la patronal de hostelería pone en duda que el Tribunal Superior de Justicia de la Región autorice al Gobierno regional a imponer el toque de queda a partir de las 23.00 horas, al entender que «se está restringiendo un derecho fundamental».

Cree que el Ejecutivo «carece de competencias» para implantar la prohibición de salir a la calle, salvo que se aplique el estado de alarma.

Jesús Jiménez recordó que los locales de ocio nocturno tuvieron que cerrar en pleno verano, por lo ya que no se verán afectados por las nuevas restricciones, pero los restaurantes van a perder la mayor parte de los clientes que acuden a la hora de cenar, si tienen que estar en su casa a las once de la noche.

Por otra parte, negó que esta medida pueda justificarse como una forma de evitar botellones, «porque se han atajado. Los botellones los ha atajado la Policía, porque han aumentado un 500% las multas», afirmó.