Investigadores del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) han fabricado 'trampas Covid' que podrán servir como detectores precoces del SARS-CoV-2 en las superficies de espacios cerrados y públicos, según informaron fuentes de este organismos en un comunicado y como adelantó LA OPINIÓN el pasado mes de julio.

Este estudio, liderado por el doctor Esteban Orenes Piñero, responsable de la Plataforma de Proteómica del IMIB, y publicado en la prestigiosa revista internacional 'Science of Total Environment', ha analizado la posible contribución de diferentes superficies contaminadas por el SARS-CoV-2 a su transmisión.

Los investigadores del IMIB fabricaron lo que han denominado 'trampas Covid' con diferentes superficies incluidas en cajas con una rejilla protectora de plástico, para evitar así que el paciente o el personal sanitario pudieran tocarlas.

Estas 'trampas' se instalaron en los boxes de afectados por la Covid- 19 ingresados tanto en la UCI como en las habitaciones del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (HCUVA), situado en Murcia. Las muestras se analizaron de la misma manera que las procedentes de exudado nasofaríngeo de pacientes; es decir, se les realizó la prueba conocida popularmente como PCR.

Los investigadores han observado en los resultados que dos tipos de superficies (polipropileno y cristal) fueron positivas en la detección del SARS-CoV-2, a pesar de que el aire de las diferentes habitaciones se renueva completamente cada minuto y que este aire no era reciclado, sino que proviene completamente del exterior, mostrando así la alta capacidad infecciosa del virus SARS-CoV-2.

Muestras en UCI y habitaciones

Hasta la fecha, existían estudios previos en los que se analizaba la estabilidad de diferentes coronavirus, pero en estos casos los aerosoles y/o inóculos que contenían coronavirus se generaron artificialmente para crear un ambiente infeccioso. Este es el primer estudio en el que se detecta la presencia de la Covid-19 en situaciones reales, no solo en laboratorios.

El doctor Orenes explica que "este estudio, sirve, sobre todo, para arrojar un poco de luz sobre la capacidad de transmisión del virus SARS-CoV-2 a través de aerosoles". Así, los resultados demuestran que la capacidad de transmisión del virus mediante aerosoles es muy alta, ya que el aire de las habitaciones del Hospital de la Arrixacase renueva una vez por minuto y todo el aire es del exterior (no es reciclado).

"A pesar de todo esto, pudimos observar transmisión en dos superficies que inevitablemente fue por el aire, ya que las superficies estaban incluidas en las trampas y nadie podía tocarlas", remarca.

A pesar de que se trata de un estudio piloto, Orenes señala que los resultados "invitan al optimismo porque estas trampas podrán ser utilizadas para la detección precoz del virus en espacios cerrados y públicos, tales como hospitales, colegios, institutos, cines, teatros o restaurantes".

De esta forma, destaca que "se ahorraría mucho tiempo y dinero realizando mediciones en estos lugares, evitando la realización de tests masivos y detectando precozmente la presencia del virus". Y, por tanto, se promovería el cierre del lugar para evitar nuevos contagios, añade el investigador principal del estudio.

Desinfecciones frecuentes

De esta forma, este estudio pionero realizado en el IMIB, con el apoyo de la Consejería de Salud de la Región de Murcia y del personal sanitario del HCUVA, respalda la recomendación de llevar a cabo desinfecciones frecuentes de las superficies de pacientes hospitalizados para evitar infecciones mano- boca-nariz y nosocomiales en el personal sanitario.

"De la misma manera, estas recomendaciones también deben trasladarse al resto de la población para evitar nuevos contagios, así como las medidas higiénicas como el lavado de manos o llevar mascarilla para evitar diseminar los virus, ya que este estos resultados, aunque preliminares, señalan la importancia de la transmisión aérea del virus SARS-CoV-2 en interiores y puede arrojar algo de luz en este debate", subraya.

Además del responsable de la Plataforma de Proteómica del IMIB, han participado en esta investigación Francisco Baño, ingeniero químico; Diana Navas, del servicio de Cirugía del Hospital HLA La Vega de Murcia; Antonio Moreno, del servicio de Virología del HCUVA; Juana María Marín, del servicio de Urgencias del HCUVA; Rocío Misiego, doctora por la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad de Purdue, West Lafayette (EE UU), y Pablo Ramírez, jefe del servicio de Cirugía General y Digestiva del HCUVA y director científico del IMIB.

Además, el equipo de investigadores agradece a la Dirección General de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano de la Consejería de Salud de Murcia su apoyo.

Qué es el IMIB

El Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) es el resultado de la unión de investigadores del ámbito biosanitario que pertenecen fundamentalmente al Servicio Murciano de Salud (SMS) y a la Universidad de Murcia (Universidad de MurciaUMU. El Instituto está enmarcado en un convenio de colaboración entre la Consejería de Salud, la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades, el SMS y la UMU.

Desde 2015 el IMIB está acreditado como Instituto de Investigación Sanitaria (IIS), un reconocimiento que concede el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) a los centros de excelencia investigadora del Sistema Nacional de Salud (SNS). Recientemente el IMIB ha logrado renovar otros cinco años su inclusión en la élite de los centros de investigación biosanitaria de España.

El núcleo clínico más importante del Instituto, donde se desarrolla la mayor actividad clínica e investigadora, es el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (HCUVA), centro hospitalario de referencia de la Región de Murcia.

En la actualidad cuenta con más de 950 investigadores, 51 líderes de grupo, 108 investigadores principales y 90 responsables de ensayos clínicos, organizados en torno a varias áreas temáticas centradas fundamentalmente en oncología, hematología, enfermedades cardiovasculares, digestivas, trasplantes, neurociencias, salud pública-epidemiología y atención primaria, inmunología-genética y enfermedades raras, y biotecnología.

Solo durante el año 2019 se publicaron 557 artículos originales y revisiones científicas, el 58,4% de ellos en revistas del primer cuartil (alto impacto), y se realizaron más de 200 ensayos clínicos y 73 tesis doctorales.