El Grupo Parlamentario Socialista de la Asamblea Regional ha presentado una moción en la que defiende la necesidad de limitar las dimensiones del nuevo puerto deportivo de Portmán, con el fin de impedir que el proyecto en trámite convierta las instalaciones existentes, en las que conviven el uso pesquero y el recreativo, en «un macropuerto». Los diputados que firman la moción, Diego Conesa y Carmina Fernández, pretenden evitar que salgan adelante los planes del Gobierno regional que contempla la construcción de más de 500 puntos de amarre.

La renovación del puerto es una iniciativa paralela a la regeneración de la Bahía de Portmán, que vuelve a estar paralizada a la espera de que se encuentre una fórmula capaz de permitir que se recupere la playa colmatada por los vertidos mineros que recibió durante décadas sin que la retirada de los estériles provoque nuevos riesgos de contaminación medioambiental y de inseguridad para los vecinos.

Las sentencias judiciales que han obligado a anular por segunda vez el proceso de adjudicación de las obras y los problemas de contaminación del mar que planteó la extracción de los estériles mineros de la bahía llevaron al Ministerio para la Transición Ecológica a considerar la necesidad de replantear la regeneración de Portmán tal y como estaba concebida en el proyecto que se ha interrumpido. Ante los problemas de estabilidad del material que debía dragarse, la Comisión de Seguimiento de Portmán acordó en julio volver a revisar las posibles alternativas al proyecto para dar una solución definitiva a los problemas ambientales que se han detectado.

Mientras se determina el nuevo proyecto de regeneración, los parlamentarios socialistas proponen a la Asamblea Regional que «se agilice la definición del proyecto del nuevo puerto de uso tradicional de Portmán, acordado con el Ayuntamiento de La Unión y los colectivos sociales y vecinales». Su pretensión es que la nueva configuración se haga coincidir con «la del proyecto de regeneración que está llevando a cabo el Ministerio para la Transición Ecológica, a fin de que ambos puedan desarrollarse de manera simultánea».

Los parlamentarios socialistas consideran que la definición del nuevo puerto requiere «un diálogo previo» entre el Consistorio, los vecinos y los colectivos que forman parte de la Comisión de Seguimiento de Portmán, en la que también están las organizaciones ecologistas.

Recuerdan que el Gobierno regional se comprometió a «acometer un proyecto para la construcción de un puerto pesquero-deportivo en Portmán» y que, «tras numerosos cambios de criterio y de proyecto, y sin respetar los acuerdos y compromisos con los vecinos, pasó de un proyecto inicial con un máximo de 500 amarres para usos tradicionales y para la práctica deportiva a un macropuerto deportivo con un número de amarres muy superior y mayor extensión».

El Grupo Parlamentario Socialista rechaza la construcción de «un macropuerto» y asegura que los vecinos quieren que se dé prioridad «a la recuperación del antiguo puerto pesquero, con reserva de amarres para barcos de vigilancia, salvamento e investigación de las administraciones, barcos de tránsito y escuela de vela, así como otros usos de interés social».

También defienden que estos usos tengan prioridad sobre «los amarres privados».