Mario Weitz es una de las voces más autorizadas en economía internacional. Ha trabajado para las más importantes instituciones económicas a nivel mundial: ha sido economista adjunto del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), economista jefe para la OEA y asesor de varios gobiernos y bancos internacionales. Actualmente trabaja como consultor del Banco Mundial, director general de Consulta Abierta y como profesor en la escuela de negocios ESIC de Madrid.

P En este momento, ¿qué escenario económico mundial tenemos?

R En términos generales, podemos decir que ha aumentado la incertidumbre en la economía mundial. Se pensaba que la segunda ola sería más liviana y que llegaría más tarde, pero se ha adelantando y existe una percepción de que en Europa se ha generalizado otra vez la expansión del virus, sobre todo España, pero también en países como Inglaterra o Francia, entre otros. Esa idea de que no están remitiendo los contagios unido al hecho de que la carrera por conseguir la vacuna se está complicando y la incertidumbre de cómo se resolverán las elecciones en Estados Unidos, nos deja ante nosotros un escenario poco propicio para la reactivación económica.

P ¿Y España?

R España tiene los peores datos de Europa, el PIB pueda bajar al -12%. Esperamos comenzar la recuperación a partir de 2021, pero si España recupera sólo cinco puntos porcentuales no compensará el deterioro sufrido. La buena noticia para la economía española es que hay otros países en Europa, a los cuales nosotros exportamos, como Alemania, que están mejorando sus indicadores.

P España siempre tiene pendiente el cambio de modelo productivo.

R Venimos hablando de ese cambio de modelo desde hace muchos años, pero tengamos en cuenta que España tiene mucha economía sumergida, (un sector que no está protegido frente a pandemias como ésta), tiene mucha pyme, pero muy pequeña que, como sabemos, afronta mal situaciones como la que estamos viviendo. Y tiene un sector, el turismo, que es el más importante de Europa. Esos tres elementos (economía sumergida, demasiada dependencia del turismo, y la atomización empresarial) junto con gobiernos que no lo hacen demasiado bien viene a explicar parte de lo que le pasa a España en cualquier crisis económica.

Creo que la clave para que España salga adelante, ya para el año 2021, porque éste es prácticamente un año perdido, es la exportación, ahí sí tiene un potencial y si el resto del mundo reacciona (China, Estados Unidos, países europeos…) hay una oportunidad que habría que aprovechar; en este sentido el caso de Murcia es claro, se produce mucho aquí y se vende fuera, y esa es la base para estar un poco mejor el año que viene, tanto para España como la Región.

El consumo interno seguirá siendo débil, la gente preocupada no gasta, dentro de las fuentes de crecimiento económico que son cuatro: el gasto, la inversión, la exportación y el consumo, la variable más dinámica que vemos en el Banco Mundial, que puede hacer que España y Murcia en particular mejore bastante, es la exportación, sobre todo en ese sector agrícola donde Murcia es una potencia. De momento no podemos esperar demasiado del consumo, que siempre ha sido la principal fuente.

En cuanto a la política económica, para recibir las ayudas que nos promete Europa tenemos que tener un presupuesto que vaya en línea con las prioridades europeas y ahí están la ecología, la digitalización, la modernización, y no nos olvidemos que vamos a terminar este año con un déficit fiscal altísimo. Entre que no se recauda al caer la actividad económica, por IVA, por IRPF, por impuesto de sociedades, y el coste social de esta crisis, los ERTE, el dinero que hemos gastado... se dispara el déficit público y poco a poco Europa nos dirá que tengamos cuidado y que tenemos que gastar menos y recaudar más.

P Del Fondo europeo, sólo ejecutamos el 60% de lo que se nos asigna.

R Es otro tema que nos preocupa. Normalmente, te dan dinero, pero te piden que hagas proyectos. Lo que está haciendo el Gobierno y es una buena idea, es tirar de las cuatro grandes consultoras, dadas sus vinculaciones con las grandes empresas y sectores, para que preparen proyectos. Pero insisto en que necesitamos un presupuesto que le parezca razonable y genere confianza a Bruselas, y ahí Podemos está presionando mucho para gastar, mientras que los llamados países frugales aùntan en dirección contrario y son (Holanda y países nórdicos) los que aprueban las ayudas.

P ¿Podemos barajar una fecha para la recuperación?

R Dependerá de la vacuna, y si no es la vacuna, del descubrimiento de un tratamiento antiviral. Y aquí siempre cuento que el SIDA no tiene vacuna, pero sí tiene un antiviral, que es caro y por eso es poco accesible en África, por ejemplo. Depende mucho de eso y en ese sentido, la percepción que se tiene ahora es que hasta marzo o abril no habrá una recuperación importante, pero si mañana aparece la noticia de que el proceso para tener la vacuna se ha acelerado, tendríamos que cambiar la fecha.

Todo puede cambiar de un momento a otro; hace unos pocos meses, muchos analistas pensaban que España avanzaría firme en su recuperación en estas fechas, pero con la segunda oleada, las nuevas restricciones y confinamientos se va a ralentizar.

P Renta Mínima Universal, ¿sólo a corto plazo?

R Una de las cosas que no nos gustan a los economistas es una economía subsidiada; vengo de Argentina y ahí todo el mundo vive del subsidio, nadie trabaja y todo el mundo tiene una renta básica. Ése es el modelo que me preocupa, es lógico que si hay una pandemia o una peste, a corto plazo, gastes más en temas sociales, eso nadie lo discute, pero el miedo es que una vez que pones la renta básica, sabiendo que hay millones de personas que la reciben y te votan, el Gobierno diga: esos son millones de votos y ya no será una renta de unos meses sino para siempre. Esas economías acaban resintiéndose, con mucho gasto y poca productividad, y la única solución termina siendo subir los impuestos al sector privado.