Cada uno de las escuelas infantiles de Cartagena se dividirá en lo que se ha llamado grupos de convivencia estable, para que niños y docentes se relacionen exclusivamente con los miembros de su grupo, según fuentes municipales.

Cada uno de estos grupos entrarán y saldrán del centro de forma escalonada. Los niños sólo podrán llegar a las escuelas acompañados de un progenitor, que no podrá acceder ni a las aulas ni al centro.

El uso del patio también se ha separado por grupos de convivencia estable y sólo los alumnos de 1 grupo podrán hacer uso del patio a la vez. Del mismo modo, tanto el servicio de comedor como la siesta se harán dentro de cada aula.

Además, el Ayuntamiento realizará pruebas PCR a todo su personal directo y exigirá lo mismo para los trabajadores de las empresas concesionarias tanto de limpieza como de cocina, y tomará la temperatura tanto a alumnos como docentes antes de entrar al centro cada mañana y cada una de las escuelas contará con un equipo Covid que garantizará el cumplimento de los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias.

En cuanto a la ratio, está establecida por franjas de edad y en Cartagena son de 4 a 12 meses: 7 alumnos por aula. (El máximo permitido por Educación son 8); de 1 a 2 años: 12 alumnos por aula. (El máximo permitido por Educación son 13), y de 2 a 3 años: 19 alumnos por aula. (El máximo permitido por Educación son 20).

En cuanto al personal, para este curso se ha establecido en las escuelas infantiles municipales 1 docente por cada 9 alumnos.

Por otra parte, la Concejalía de Educación ha realizado un plan de contingencia contra la covid para que las escuelas infantiles municipales puedan comenzar el curso escolar de la forma más segura posible. Entre las principales medidas que se van a implementar destaca que se ha triplicado el servicio de limpieza y desinfección en cada uno de los centros, haciendo especial hincapié en los aseos y zonas comunes.

La edil de Educación, Irene Ruiz, explicó ayer que «los espacios comunes y los aseos se desinfectarán un mínimo de tres veces al día. Las aulas estarán permanentemente ventiladas, los juguetes no se podrán compartir entre grupos y procuraremos que sean de materiales no porosos para que sean más fáciles de desinfectar. Además, tanto a la entrada como antes de cualquier cambio de actividad, los niños y niñas se lavarán las manos y se desinfectarán los cambiadores tras cada uso».

Desde la FAMPA entienden la comunidad educativa como tres grandes pilares; padres, alumnos y administración pública incluyendo a los docentes. Por ello, su secretaria Marina García, agradeció a la Concejalía de Educación «la labor realizada en la elaboración del plan de contingencia en el que se ha trabajado desde principio de verano. Que ya esté hecho, y no se haya llevado a cabo deprisa y corriendo, nos transmite tranquilidad».