La Delegación del Gobierno en Murcia y la Consejería de Salud no se ponen de acuerdo sobre cuál de los dos departamentos ha de ocuparse de los inmigrantes que han alcanzado las costas de la Región de Murcia en patera y han de guardar cuarentena, por compartir barcaza con un infectado con coronavirus. Los 34 que han dado positivo están hospitalizados, 32 de ellos en el Virgen de la Caridad y dos en el Santa Lucía, ambos en Cartagena. Anoche, casi un centenar de las personas que pernoctaban en el puerto se marcharon de ahí corriendo.

La Secretaría de Estado de Migraciones dictaba recientemente un protocolo para unificar actuaciones en toda España con los inmigrantes, «una población especialmente vulnerable al covid» , consideran desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Con este protocolo en la mano, al ser este un asunto de salud y epidemiológico, es la Consejería de Salud del Gobierno regional el departamento con competencias para determinar el lugar al que han de trasladarse las personas que deben guardar cuarentena, por haber viajado junto a contagiados.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia confirmaba ayer que la Delegación del Gobierno ha de alojar a los inmigrantes en cuarentena, aunque desde el departamento de José Vélez explicaron que «este auto se refiere a los primeros migrantes que llegaron», ya que, en su caso, «las oenegés se ofrecieron, porque tenían espacio para que guardasen la cuarentena». El protocolo del Ministerio de Migraciones entró en vigor después.

Al conocer el auto del TSJ, el senador del PP y exdelegado del Gobierno Francisco Bernabé sentenció que «Vélez no puede tardar un minuto en dimitir: la Justicia lo ha puesto en su sitio».

Desde la Delegación del Gobierno en Murcia recuerdan que la Policía Nacional solo puede custodiar a los extranjeros un máximo de 72 horas, tras las cuales son «ciudadanos libres». No obstante, pasados los tres primeros días, «se les plantea acogerse voluntariamente al programa de acogida del Ministerio de Migraciones», detallan desde este organismo. La mayoría de los extranjeros llegados en Murcia acceden a entrar a formar parte de este programa, en virtud del cual se les facilita alojamiento y comida, y se les ayuda para que, posteriormente, encuentren un trabajo.

Fuentes policiales explican que la mayoría de los argelinos que llegan a la Región muestran su intención de seguir viajando hasta Francia. Lo que ocurre es que, aunque sean libres, no tienen sus papeles en regla en España, con lo cual «vagan sin la posibilidad de tener un trabajo».

Mientras, el ayuntamiento de Cartagena acondicionaba ayer las instalaciones del pabellón municipal Cabezo Beaza para adecuarlo a la recepción de entre 120 y 130 inmigrantes, aunque sin saber si se alojaría alguno ahí. Por su parte, Salud anunciaba que «se ha solicitado ayuda al Ejército a través de la Delegación del Gobierno para poner en cuarentena a los contactos estrechos, pero no se ha obtenido respuesta».

Al cierre de esta noticia, ni Delegación del Gobierno ni Salud supieron decir dónde se trasladaría a los argelinos. Cada departamento sostiene que depende del otro, mientras 259 migrantes pernoctaron en la dársena de Escombreras, un lugar que, aseguran agentes que vigilan a pie de puerto, puede llegar a convertirse en «un polvorín», dadas las altas temperaturas, el nerviosismo y la alfuencia de personas. Así fue, de hecho: casi un centenar de los extranjeros se fugaron.