Ya son más de 400 las personas llegadas en patera en las últimas horas a las costas de la Región. Van 418, en concreto, precisa la Delegación del Gobierno en Murcia.

Todo estos migrantes irán al puerto de Cartagena, el lugar al que se decidió, hace unas semanas, que se llevaría a todas las personas llegadas en patera a las costas de la Región, independientemente el lugar al que arribara la barcaza. Dada la situación, miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se movilizaron ayer a la Región.

Fue el virus la causa de que países como Marruecos y Argelia (principales lugares receptores de inmigrantes 'sin papeles' deportados desde la Región de Murcia) cerrasen sus fronteras, a la vez que se cerraba también el Centro de Internamiento de Extrajeros (CIE) de Sangonera, que a finales de marzo dejaba libres a decenas de personas, al no poder devolverlas a su tierra natal. Por ley, el periodo máximo de encierro que permite la ley en estos centros son 60 días, al término de los cuales, si no ha habido deportación, la Policía los deja en libertad.

Ahora, con el CIE de Murcia todavía cerrado (las organizaciones humanitarias piden que se quede así siempre, clausurado de forma definitiva) y con la pandemia mostrando rebrotes, los inmigrantes que siguen llegando al litoral murciano han de quedarse ahí, vigilados, hasta que se movilizan sanitarios a hacerle un PCR.

Despliegue de la Guardia Civil ante la llegada masiva de pateras

Despliegue de la Guardia Civil ante la llegada masiva de pateras

Horas después de que los primeros migrantes del puerto se hiciesen la prueba, llegaban los resultados: al menos dos de ellos estaban infectados con el virus y tendrían que ir a un hospital, no porque su estado sea grave, sino porque, al ser positivos, el protocolo marca el ingreso. La Consejería de Salud informó este sábado que ya son siete los inmigrantes que han dado positivo por coronaviru y que continúan realizándose las pruebas.

Las personas con las que compartían patera han de guardar cuarentena y, al no tener vivienda en la Región donde se les pueda hacer un seguimiento, su destino es el albergue que se habilitó hace unas semanas para ellos: El Valle, un emplazamiento en plena naturaleza murciana. El cual la Guardia Civil se encarga de vigilar, para que esté todo en orden.

Peatones por la autovía

Otra de las circunstancias que ha acarreado la inmigración en tiempos de coronavirus es que la Guardia Civil de Tráfico cada vez ha detectado a más peatones caminando sin rumbo por los arcenes de las autovías. Peatones que, en su gran mayoría, son extranjeros que entraron irregularmente en España, y que se han marchado del lugar al que fueron llevados por las organizaciones humanitarias.

Cuando se intercepta a una persona caminando por el arcén, con el consiguiente peligro para su propia integridad, se le para con el fin de informarle de que no puede ir por ahí, pero no se procede a su arresto, porque no han cometido un delito. En todo caso, podría llegarle una multa a su casa. Pero la mayoría de las personas que ahora son detectadas haciendo esto no tienen casa en la Región. Además, apuntan policías que tratan con ellos, la mayoría quiere irse a Francia.

La Policía está desbordada

Los agentes de la Policía Nacional que hacen frente a la llegada masiva de pateras a las costas de la Región están viviendo una situación «caótica y sobrepasada», sin medios suficientes. Más de 400 personas en 31 pateras llegaron en las últimas horas a las costas de la Región de Murcia.

Desde Jupol, sindicato mayoritario en la Policía Nacional, «volvemos a demandar un Cate (centro de atención temporal de extranjeros), protocolo de actuación nacional para la llegada de personas ilegales en pateras, más medios para los policías que prestan ese servicio y coordinación con las autoridades sanitarias».

«No pueden estar con evasivas, no puede pasar de este año; pues, a lo insólito de este efecto llamada, se suma la gravedad de esta pandemia», subraya Alberto García Vilas, secretario regional de Jupol Murcia, que enuncia «las misérrimas condiciones en las que se encuentran tanto los migrantes como los policías que los custodian».

«Desde la ultimas pateras llegadas a Cartagena, hace apenas unas semanas lo único novedoso que hemos podido ver es que la custodia policial se está llevando a cabo en otro punto del puerto y con un aumento insuficiente e innecesario de unas carpas de una oenegé», lamenta Jupol, que pide pruebas PCR para todos los agentes que hayan tenido contacto con los migrantes llegados, para confirmar si están contagiados de coronavirus.

«A nuestro modo de entender, creemos que el señor delegado del Gobierno no esta a la altura de las circunstancias», precisan desde la organización policial, que tiene claro que «es lamentable que por parte de los responsables directos no se busque una solución eficaz y definitiva al problema permanente que vive la Región».

Reiteran que urgen «medios y espacios adecuados para cumplir con las garantías mínimas que marca nuestra legislación vigente en custodias de personas y salud laboral», y que «estamos cansado de que no se tengan en cuenta nuestra peticiones, que no son otras que garantizar los servicios, la seguridad de los ciudadanos y de los propios agentes».

De ahí que reclamen «soluciones efectivas comenzando desde el origen del problema en Argelia, desde donde salen estas personas» en barcazas.