La patronal de la hostelería está dolida con la organización de la visita a la Región de los reyes, al considerar que debió incluir alguna población turística de la costa o del interior para que sirviera como escaparate de la oferta regional, en lugar de limitarse al municipio de Cieza.

Dentro del periplo que están realizando por las comunidades autónomas para contribuir a la reactivación de la economía tras la crisis sanitaria, los monarcas tuvieron la oportunidad de conocer este martes una cooperativa ciezana dedicada al cultivo de melocotones y uva de mesa, entre otras frutas. El presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, considera que la promoción de la fruta de Cieza «está muy bien, pero se ha perdido una oportunidad maravillosa».

Jiménez, que ayer mantuvo un encuentro con los responsables de Turismo y de Fomento, Cristina García y José Ramón Díez de Revenga, respectivamente, y la presidenta de la Mesa del Turismo, María del Mar Martínez, asegura que expresó a la consejera su malestar con la organización de la visita real por no haber llevado a don Felipe y doña Letizia a ver «el Teatro Romano de Cartagena o las playas de La Manga» en un momento tan crítico para el turismo regional.

«No quiero criticar a Cieza, que ha hecho un trabajo espectacular con la promoción del melocotón y con iniciativas como 'La floración'», apuntó, aunque se lamentó de que no se aprovechara la visita real para mostrar destinos turísticos «como la Lorca medieval o el Noroeste».

El presidente de Hostemur asegura que la hostelería no ha conseguido remontar y augura que «el mes de septiembre va a ser demoledor», a pesar del esfuerzo que están haciendo las empresas para mantenerse a flote.

Su previsión es que entre el 15% y el 20% del empleo en la hostelería se va a perder con la desaparición de los negocios que no han podido resistir al cierre y a la caída de la actividad, que prácticamente se limita a las terrazas, dado que los establecimientos no consiguen llenar el interior. Reconoce que algunos ayuntamientos «han reaccionado» con la organización de conciertos y espectáculos veraniegos, entre los cuales citó el caso de Lorca, mientras que «Murcia está abandonada de la mano de Dios».

Recuerda que en los hoteles la ocupación está siendo mínima, con un máximo cercano al 30% en Cartagena, gracias al trasiego del personal de las industrias del Valle de Escombreras. El resto de la Región ni siquiera llega a alcanzar este porcentaje, por lo que da por hecho que la campaña tendrá un resultado muy pobre.

Por otra parte, afirma que «el ocio nocturno está al borde de la quiebra, porque la transformación de las discotecas en cafeterías no tiene sentido». Jesús Jiménez alertó de que estas limitaciones están dando lugar a «botellones como el de Cabo de Palos» y a la organización de «eventos en finca privadas, porque haces lo que quieres».