El Tribunal Supremo ha ratificado que la obligación de elaborar planes o estrategias para la protección de la atmósfera y para minimizar los efectos negativos de la contaminación atmosférica corresponde a las Comunidades Autónomas y su acción no debe estar vinculada a «la previa elaboración por el Estado de los Planes respectivos». El Alto Tribunal señala así que comunidades como la Región de Murcia deben elaborar sin demora planes para mejorar la calidad del aire y controlar los niveles de ozono troposférico, un contaminante secundario, formado por compuestos orgánicos volátiles no metánicos, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, y, en menor medida, metano, y cuyo origen está en los procesos de combustión derivados del tráfico rodado, la actividad agrícola o de las actividades industriales.

La resolución del Tribunal Supremo es el resultado del recurso de casación interpuesto por la Junta de Castilla y León para demorar el cumplimiento de la previa sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que declaró la obligación del Gobierno de esta Comunidad de elaborar y aprobar «a la mayor brevedad» los preceptivos Planes de Mejora de la Calidad del Aire en en distintas zonas del territorio.

«La falta de un Plan Nacional específico para combatir el ozono troposférico ha sido durante años la coartada de muchas Comunidades para incumplir sus obligaciones legales en materia de protección del medio ambiente y la salud pública. Esta situación ocurre en las sesenta zonas de doce comunidades, entre ellas la Región de Murcia, donde se han superado los objetivos legales establecidos por la normativa de calidad del aire para proteger la salud de este contaminante desde 2010», señala Ecologistas en Acción, organización que ha logrado que el Alto Tribunal le dé la razón frente al Gobierno de Castilla y León.

En la Región, la Estrategia para la Mejora de la Calidad del Aire para el periodo 2020-2025, con un apartado específico para un Plan de mejora de los Niveles de Ozono, lleva estancado un año a la espera de que la Comunidad termine de desarrollarlo y aprobarlo. Hasta ahora se ha presentado un borrador que plantea objetivos de calidad basados en valores límites más estrictos, con medidas preventivas, de información y concienciación ciudadana sobre la calidad del aire, señala Pedro Belmonte, de Ecologistas en Acción.