El Sindicato Central de Regantes del Acueducto (Scrats) está estudiando los cambios en la regla de explotación del Trasvase que propone el informe encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica, que elevaría de 1.200 a 1.400 hectómetros cúbicos la reserva mínima en la cabeza del Tajo para poder desembalsar los caudales correspondientes al nivel 1.

Para el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, la primera consecuencia de la modificación del Memorándum en vigor sería que «el nivel 1 desaparece de nuestra vida» y se convierte en «un sueño que se aleja», dado que considera improbable que lleguen a acumularse los 1.400 hectómetros cúbicos necesarios.

Lucas Jiménez recordó que «el nivel 1 solo se ha alcanzado hasta ahora una vez, en el año 2014», por lo que pone en duda que sea posible. Destacó, además, que el aumento de la lámina de agua embalsada supondrá automáticamente un aumento de las pérdidas por evaporación de 13 hectómetros cúbicos, que dejarán de aprovechar los regantes.

El estudio del CEDEX anunciado este lunes por el Departamento de Teresa Ribera también propone rebajar de el volumen de trasvase en nivel 2 de los 38 hectómetros cúbicos al mes vigentes a 27. El Ministerio defiende que con estas dos modificaciones se evita «la permanencia de la cabecera del Tajo en situaciones excepcionales que se corresponden con el nivel 3 o de ausencia de recursos (nivel 4)».

El Sindicato de Regantes está realizando estimaciones para conocer la repercusión que esta modificación tendría en los trasvases, aunque Lucas Jiménez destacó que, de entrada, la aportación a la Mancomunidad del Taibilla se fija en 7,5 hectómetros cúbicos mensuales. «Esto supone que el regadío ya no tendría el 75%, sino el 72,5% de los desembalses», precisó. Reiteró también sus quejas por la ausencia de representantes de los usuarios en la Comisión Central de Explotación, en la que sí están los municipios ribereños.